Pocos, ella misma incluida al principio, creían en sus posibilidades. “Quizás en tierra”, dijo a un día antes.
Venus, finalista en 2003, con 11 intervenciones en Melbourne, no se lo podía creer. ¿Cómo una pequeña jugadora, que había sido cuartofinalista en Roland Garros el pasado año, que aún no ha inaugurado su palmarés, que debutaba en este grande, podía volverle loca con un fulgurante revés cruzado y con unos ángulos de vértigo?.
Todo esto sacando a la española 23 centímetros, estando harta de jugar en las centrales de todos los grandes, mientras que la canaria actuaba en este recinto por primera vez, y por segunda en una plaza central, después de la Philippe Chartrier.
La pequeña jugadora
Carla no se arrugó y ese fue su premio. Había ganado antes a la italiana Roberta Vinci, pero Venus era un reto, un desafío, y quizás por eso empezó nerviosa, y cometió dos dobles faltas en el primer juego del partido. Tampoco parecía reaccionar cuando cedió el primer set en 29 minutos. Pero siguió confiando en sus posibilidades.
En el segundo set se vio la auténtica Carla Suárez. Mucho más fría, sacando partido de sus geniales golpes al contragolpe y castigando a Venus a un sin fin de correrías, de lado a lado de la pista. La mayor de las Williams renqueaba, paraba el partido para recuperar aliento y no salía de la jaula que Carla había construido a base de soportar misiles, y de responder con suaves toques.
Igualado el partido, Carla creyó más en sí misma, pero Venus se lanzó con todo al ataque. La americana se colocó con un destructor 4-1 y luego con 5-2, y todo parecía acabado para la pequeña española, pero su último aliento la impulsó con fuerza. Dos roturas seguidas, a base de colocación y buen tino le dieron la oportunidad y con 5-5, se abrió la esperanza.
Parecía imposible pero hacerle cinco juegos seguidos a la mayor de las Williams estaba ahí y Carla lo logró con coraje, sin darse por vencida, salvando incluso una bola de partido con 4-5 cuando un resto de revés de Venus se marchó fuera. La cara de Venus era el reflejo de su estado de ánimo. Perdía la gran oportunidad y Suárez se lanzaba en pos de un triunfo que lograría luego en dos horas y 14 minutos.
Su victoria abre el cuadro y las esperanzas españolas. Carla se enfrentará ahora con su compatriota Maria José Martínez, que venció a la uzbeka Akgul Amanmuradova, por 6-2 y 6-4, con lo cual una española tiene asegurada la ronda de octavos.
Triunfo de nadal
Rafa Nadal se clasificó sin problemas para la tercera ronda del Abierto de Australia tras derrotar al croata Roko Karanusic en una jornada donde también se vivieron las alegrías de Fernando Verdasco, Nicolás Almagro y Anabel Medina.
El número uno del mundo no quiso pasar demasiado tiempo al siempre complicado sol australiano y se deshizo en casi una hora y media por 6-2, 6-3, 6-2, aunque no se mostró tan sumamente sólido como en su debut ante Christophe Rochus.