Los miembros del nuevo Gobierno, encabezado por el democristiano flamenco Herman Van Rompuy, juraron ayer sus cargos ante el rey Alberto II, con lo que se cumplió el objetivo de poner en marcha el Ejecutivo antes de fin de año.
Al frente de los miembros de su Gabinete, Van Rompuy fue el primero en jurar el cargo en el Palacio Real de Laeken, y lo hizo en las tres lenguas oficiales del país (neerlandés, francés y alemán).
Los cinco partidos que componen la coalición cerraron ayer el acuerdo para mantener el programa del anterior Ejecutivo y el reparto de equilibrio entre formaciones, evitó largas discusiones que hubieran complicado la crisis política, algo que el país quería evitar tras los nueve meses que ha costado formar la actual coalición gubernamental.
Finalmente, el nuevo Gobierno tiene solo cuatro caras nuevas, incluyendo la del primer ministro.
Tras una foto de familia con el rey, se celebró un primer Consejo de Ministros y Van Rompuy tiene previsto presentar hoy el programa de Gobierno ante el Parlamento, donde el respaldo está garantizado gracias a la amplia mayoría de que disponen los partidos de la coalición.
La crisis se materializó el pasado día 19 con la caída del Gobierno ante las acusaciones de que varios miembros del gabinete del dimitido primer ministro, el también democristiano Yves Leterme, intentaron influir en la sentencia de un tribunal de apelaciones sobre la privatización del banco Fortis al francés BNP Paribas.