Diecinueve años más tarde de su fundación, el terremoto de Lisboa de 1755 haría crecer la devoción en toda la ciudad hacia esta Virgen, a la que se le atribuyó el milagro de salvar a su feligresía de mayores desgracias en un seísmo del que luego se escribieron más leyendas que realidades.
Los Montpensier se inscribieron en su hermandad en 1848, el mismo año en que llegaron a Sevilla. El arzobispo Palafox acudía en secreto a la Magdalena a rezar ante su imagen. Joaquín Turina miraba para inspirarse antes de componer un cuadro de esta Virgen que presidía su estudio madrileño, junto a sendas fotografías de la Merced de Pasión y de Greta Garbo, fervores divinos y terrenales del genial músico sevillano. El arquitecto Gómez Millán fue hermano mayor de su hermandad. Y el poeta Juan Sierra o el cardenal Segura no ocultaban su predilección devocional por esta hermosa imagen gótica.
Este año, se cumplen 275 del nacimiento de la Hermandad de la Virgen del Amparo. Esta centenaria institución es hoy una de esas entrañables, familiares y meritorias corporaciones de gloria que, con un censo de hermanos que apenas roza el medio millar, mantiene admirablemente viva esta esplendorosa devoción por su Virgen, probada por los siglos y los avatares de la historia.
Celebración
“Teníamos que conmemorar este aniversario acorde con la dignidad que merece la hermandad, pero también con la austeridad que imponen estos tiempos”, dice su hermano mayor, Juan Jesús Gómez de Terreros. La corporación letífica ha venido celebrando durante este mes unos cultos de regla “que se han revestido de cierto carácter especial por la efeméride”, aclara.
Este domingo, la Virgen del Amparo presidirá un Rosario de la Aurora extraordinario por la feligresía de la Magdalena “que se aplicará por la vida de los no nacidos”, señala José Manuel Yuste, teniente de hermano mayor. “Pretendemos conmemorar así nuestros orígenes fundacionales, que era el rezo público del rosario”, apunta.
La Virgen del Amparo recorrerá un itinerario breve pero inusual, que la llevará al convento del Santo Ángel o al de San Buenaventura. El cortejo partirá a las 8 de la mañana desde la Magdalena, y para la ocasión, la imagen irá sobre las andas de la Inmaculada de la Sacramental de la parroquia.
Esta salida, por ‘tempranera’, regalará estampas de la Virgen que en contadas ocasiones pueden contemplarse. Para algunos, será como ‘redescubrir’ una imagen que, además de su trascedencia devocional, supone una joya patrimonial incalculable. Para otros, los más ‘suyos’, será como volver atrás en el tiempo. Al fin y al cabo, son 275 años los que contemplan a través de los ojos de su Virgen. n