Kim Jong Nam, que vive en China, declaró a la cadena de televisión japonesa Asahi que no tiene ningún interés en dirigir Corea del Norte, dando así a entender que no hay una lucha de poder entre los hijos del dictador, de los que se dice que tienen madres diferentes.
"Personalmente, estoy en contra de la sucesión dinástica en la tercera generación", dijo en la entrevista, realizada el pasado 9 de octubre, la víspera del gran desfile militar que se realizó en Pyongyang, en el que su hermano se convirtió en el protagonista. "Pero creo que había factores internos. Pienso que si estuvieron implicados factores internos, deberíamos adherirnos a ella", añadió.
Kim Jong Un fue nombrado general el pasado mes de septiembre y se le asignó un importante cargo político en el gobernante Partido de los Trabajadores, lo cual confirmó que le estaban preparando para presentarle como sucesor del dictador, que sufrió un infarto cerebral en 2008 y no goza de buena salud.
Al parecer, el primogénito de Kim Jong Il ha perdido el favor de su padre, sobre todo después de que las autoridades de Japón le expulsaran por considerar que había entrado en el país con documentos falsos para ir a Tokyo Disneyland.
Kim Jong Nam, que se cree tiene 39 años, ha hablado con los medios de comunicación en varias ocasiones, principalmente en Pekín, contestando a sus preguntas en coreano y en inglés y rechazando la idea de que vaya a intentar sustituir a su padre.
"Creo que mi padre lo ha decidido (que Jong Un sea su sucesor). No lo lamento y no estoy interesado en ello, así que no me importa", aseguró. "Quiero que mi hermano lo haga lo mejor que pueda, por el pueblo norcoreano, por su prosperidad", añadió en coreano. "Estoy dispuesto a ayudar a mi hermano en cualquier momento en el extranjero si me necesita", subrayó.
Se dice que Kim Jong Nam es hijo de una actriz que falleció en Moscú. La madre de sus dos hermanos era bailarina.