Soraya Saénz de Santamaría, vicepresidenta de los Gobiernos de Mariano Rajoy (2011-2018), defiende que los grandes partidos de España, PP y PSOE, alcancen "consensos" en "temas de Estado", como ya ocurrió con la Ley de Abdicación o la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Estos acuerdos serían "antídotos" contra los momentos de incertidumbre como el actual y permitirían afrontar "desafíos" de país, como el cambio climático o la transformación digital.
Así lo hace en un artículo publicado en 'Nueva Revista', recogido por Europa Press, donde argumenta que retos como la transformación no son "realizables" en una o dos legislaturas, si no que "exigen un esfuerzo de país que no puede truncarse con cada cambio de gobierno". Además, estos desafíos se dan en una "fase de polarización extrema" de la política, que ha "desprestigiado" esta actividad.
"Sólo con un pacto básico entre partidos podemos dar respuestas duraderas a estos desafíos", sostiene la ex vicepresidenta, que los considera "las nuevas cuestiones de Estado, como en su día fueron las pensiones, el debate territorial o la política exterior".
Sáenz de Santamaría ejemplifica sus palabras aludiendo al "pasado cercano", en el que se vivieron momentos en los que el consenso, "aunque no fuera fácil de alcanzar, era posible".
"Había debates muy duros, pero se respetaba una manera de entender la política que permitía sentarse a negociar después de un debate parlamentario, por duro que fuera este", señala, antes de lamentar que, en estos últimos años, "el ambiente político se ha vuelto cada vez más tenso y crispado".
La también exministra de la Presidencia pasa a continuación a enumerar algunos de los acuerdos alcanzados entre PP y PSOE "en temas de Estado". "Por ejemplo, cuando España pudo haberse colocado en una situación financiera irreversible en el verano de 2011, el PP pactó con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la reforma del artículo 135 de la Constitución que nos comprometía con la estabilidad presupuestaria", recuerda.
También menciona la Ley de Abdicación, que culminó un "exitoso proceso de sucesión" de la Monarquía entre el PP y el PSOE, y el acuerdo alcanzado entre ambos partidos para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, tras el referéndum del 1 de octubre. "La mayoría absoluta que respaldaba al Gobierno en aquel momento habría permitido su adopción en solitario, pero era evidente que medidas de esa naturaleza exigían un acuerdo que aunara todos los puntos de vista y preservara la legitimidad, continuidad y eficacia de esas decisiones", justifica.
"A veces, el consenso es una obligación, y no sólo por generosidad, sino por puro interés. Un proyecto compartido suele sobrevivir al gobierno que lo puso en marcha", zanja.