El autor de los disparos huyó a pie del edificio, confirmó en rueda de prensa el portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Jean Marc Meilleur.
Las autoridades no han ofrecido por el momento detalles sobre el presunto asesino, quien fue visto por las pocas personas –unas cuatro o cinco– que se encontraban en la sala en el momento en el que abrió fuego.
Según algunos medios, el responsable sería un ciudadano de origen albanés descontento por una decisión de la jueza.
Sin embargo, Meilleur indicó que las autoridades no están en disposición de confirmar ni la nacionalidad ni el posible móvil del crimen.
Explicó que, conforme a los primeros testimonios, el hombre se encontraba en la sala y, al término de la sesión, disparó a la jueza y a su secretario sin pronunciar palabra.
Meilleur no quiso desvelar la identidad de las víctimas a la espera de que todos los familiares hayan sido informados, pero confirmó que la magistrada era una mujer nacida en 1949.
La Policía, que fue informada del tiroteo a las 11.23 hora local (09.23 GMT), bloqueó en un primer momento la zona que rodea al juzgado, situado en las inmediaciones del Palacio de Justicia de Bruselas, en pleno centro de la ciudad.
De acuerdo con el portavoz de la Policía de Bruselas, Christian De Koning, el presunto asesino huyó a pie y está siendo buscado.
El ministro belga de Justicia, Stefaan De Clercq, trasladó sus condolencias a los familiares y compañeros de los fallecidos, calificó el suceso de “drama inaceptable” y destacó: “haremos todo para investigar y dilucidar este crimen”.
Indicó que se trata de la primera vez en el país que un magistrado es asesinado en circunstancias similares y es algo que requiere “una respuesta muy clara”.
Sin embargo, y ante el debate abierto en Bélgica sobre la seguridad en los juzgados, De Clercq subrayó que es imposible colocar policías y cámaras de seguridad en todas las salas de todos los juzgados del país.
La prioridad del Gobierno en este campo, precisó, es aumentar las medidas de seguridad en las cortes penales y no en los juzgados de paz, donde se tratan casos menores, habitualmente conflictos entre vecinos o divorcios.
El ministro insistió en que el suceso de ayer no le hará cambiar de opinión y, por tanto, seguirá defendiendo una justicia “cercana” y “accesible”.