Pastores musulmanes de la etnia fulani, armados con revólveres, fusiles, metralletas y machetes, asaltaron las viviendas de las localidades de Dogo Na Hauwa, Ratsat y Jeji matando a todos los que encontraban en ellas, principalmente mujeres y niños.
Se cree que la masacre, que tuvo lugar a menos de dos kilómetros de la residencia del gobernador del estado de Plateau, Jonah Jang, fue la respuesta de los pastores a los enfrentamientos religiosos de la zona del pasado enero que dejaron 326 muertos.