El Obispado de Cádiz y Ceuta, mediante sus parroquias en el litoral entre Tarifa y Vejer, ha instado a los cristianos a movilizarse para condenar la muerte de un niño hallado el pasado viernes en una playa de Barbate tras el naufragio de una patera.
En un comunicado, el secretariado diocesano de migraciones ha asegurado que el hallazgo del cuerpo "ha vuelto a poner de manifiesto la dura realidad de miles de personas que pierden la vida intentando llegar a las costas europeas".
Los sacerdotes de la zona del litoral gaditano han realizado un llamamiento a los miembros de las comunidades parroquiales, y a la sociedad en general, a sumarse a un acto de oración mañana 1 de febrero al mediodía en la playa de la Mangueta, donde fue encontrado apareció el cadáver del niño.
"Es nuestro deber como creyentes unirnos a rezar por tantos que salen de su casa en busca de una vida mejor, y se dejan la vida en el Estrecho", indica el comunicado.
La Iglesia recuerda que estas muertes vienen siendo denunciadas desde hace muchos años por el secretariado diocesano de migraciones, que también trabaja en los centros de internamiento de extranjeros, en el centro Tierra de Todos o en la Asociación Cardjin, para ayudar a los inmigrantes a insertarse de forma legal y humanitaria.
El Ministerio del Interior mantiene abierta una investigación para confirmar que el niño encontrado, como han revelado algunas asociaciones, es Samuel, de seis años, quien viajaba en la embarcación junto a su madre, también desaparecida, procedente del Congo.
La Asociación Pro derechos Humanos de Andalucía ha convocado en el mismo lugar otra concentración a las siete de la tarde de hoy para condenar esta tragedia y lamentar la política de cierre de fronteras de Europa.