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Ramón Ruiz y Paco Olmedo, reconocidos por la Flave

La conferencia central de este viernes ha estado centrada en la participación real y comprometida y la exposición de las herramientas al alcance del ciudadano

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Las jornadas vecinales 2016 de la Flave, celebradas entre esta tarde y la mañana de este sábado en el centro cívico Augusto Tolón, han estado centradas por una conferencia a cargo de Dora Nidia Quevedo y Francisco Javier Roselló, miembros de la junta directiva, dirigida a dar a conocer la participación ciudadana, y los reconocimientos de Premio Participa y Vecino Distinguido del año.

Dos reconocimientos que han estado centrados en dos personas con gran peso dentro del movimiento vecinal portuense. Por un lado, el Premio Participa ha sido entregado a Ramón Ruiz, quien hasta hace pocos meses fuera presidente de la asociación de vecinos Palmar de la Victoria. Era su compañero de batallas, Enrique Valle, vicepresidente de la Flave y ex presidente de Altos de la Bahía, quien ha realizado el alegato ante esta distinción.

Así, Valle ha indicado que "hemos compartido muchas reivindicaciones", muchas de las que se ha conseguido materializar y otras que quedan en el tintero, destacando su "conciencia social" y sobre todo la lucha de este "portuense de adopción contra la conflictividad social" del entorno en el que ha vivido y vive. Así, Valle destaca que en los años 80, y ante la problemática de la zona de Caja de Aguas, La Inmaculada o el antiguo Vietnam, "comenzó su lucha por los derechos", una lucha que arrancaba "en el entorno de la calle Martinete", donde "las cucarachas, la falta de alcantarillado y el chabolismo vertical" eran una constante, además del "absentismo escolar", que alcanzaba a más del 80% de los niños de la zona. Un lugar que además se vio invadido por la droga. Ya en los años 90 "se centró en la asociación de vecinos, siendo su portavoz y presidente durante muchos años", indica su compañero, "siempre preocupado por las viviendas sociales y por poner en marcha programas de trabajo para luchar contra ello". Sin duda, se trata de "un referente a nivel local y una persona muy comprometida", explica.

Por su parte, Ramón Ruiz asegura que "este reconocimiento es de todos los vecinos y los que, codo con codo, han participado", lanzando un mensaje a los vecinos, para que apuesten por apoyar a la nueva junta directiva en su labor, porque "una asociación será lo que los vecinos queráis qeu sea", terminando su discurso adelantando que "siempre mirando hacia adelante, para atrás ni para coger impulso".

Pero la tarde ha tenido otro protagonista, Paco Olmedo, presidente de la asociación de vecinos de Valdelagrana, que ha recibido la distinción como Vecino Distinguido del año. Ha sido Esperanza de la Torre, miembro de la junta directiva de la Flave, quien ha comentado que "ha dejado el listón muy alto con su participación y la calidad de la misma; aportando siempre soluciones a los problemas hallados". Reconoce que lleva casi una década al frente de su asociación, siempre con "pasión y perserverancia, una persona de la que podemos aprender".

Olmedo destaca que "llevo ya una serie de años siendo la cara dura de mi asociación, pero mi labor no es individual, sino colectiva. Si Valdelagrana tira para adelante no es solo por el presidente sino por el grupo que se reparte las tareas que hay que hacer". Además, muestra que "un reto es que los vecinos se impliquen más", algo en lo que ya trabajan.

La primera parte de la tarde ha estado destinada a la recogida de material y la inauguración de las jornadas a través de la palabra de la presidenta de la Flave, Milagros Muñoz; el alcalde, David de la Encina; la edil de Participación Ciudadana, Matilde Rosellóy un representante de Atlantis, firma colaboradora de las jornadas. Muñoz ha insistido en las vicisitudes y escollos que se han ido salvando a lo largo de los años para poder estar en el punto actual, recordando lo complicada que se hace la labor de la federación, sobre todo con los recortes sufridos. Pero sin duda, sigue manteniendo un discurso positivo y confiando en que los vecinos sigan apostando por una participación activa y comprometida, precisamente como solicitan a través de estas jornadas.

La conferencia que ha centrado la tarde ha estado centrada en la necesidad de una participación real y que demuestre que el ciudadano quiere trabajar por mejorar su ciudad y no solo por justificarse. Dora Nidia Quevedo y Francisco Javier Roselló se han encargado de la exposición de la misma.

Quevedo, en primer lugar, ha expuesto que esta conferencia se hace desde el punto de vista personal de los miembros de la Flave, indicando que hubiera sido labor de un técnico de Participación Ciudadana.

Sin duda, Dora Nidia Quevedo ha explicado la importancia de la participación ciudadana en la vida de una ciudad como El Puerto, empezando por la necesidad de elegir a los gobernantes, participar en los asuntos públicos de la ciudad, los que se gestan en la ciudad así como en los despachos. Así, entiende que cada persona tiene que buscar sus motivaciones para participar en la vida de su ciudad, siendo algunos como ser el afectado por un problema, ayudar a otros, porque tienen tiempo disponible, porque les gustan los temas sociales, etc. Importante es que la participación no solo sea pasiva, sino de colaboración, compromiso con la sociedad, de acción responsable con la gente a la que se representa, participación activa, etc.

Una conclusión de esta parte de la conferencia, añade Quevedo, es que "se consigue transformar la realidad" en cuatro aspectos, económico, político, social y personal. Por otro lado, ha informado de la legislación que respalda la participación ciudadana, desglosando en parte el Reglamento de Participación Ciudadana de El Puerto, que insiste es de "chapó", por estar "bien constituido", en el que se encuentra la figura del Defensor de la Ciudadanía, muy aplaudida y peleada por los vecinos.

La segunda parte de la conferencia ha consistido al desglose de las herramientas que hacen posible la participación ciudadana. Roselló ha destacado que hay dos grupos, las clásicas y las tecnológicas, que necesariamente van unidas, se realiza "un método mixto" de las mismas.

Entre las clásicas destaca el formulario A27 que todas las asociaciones de vecinos deberían de tener en su poder para ofrecérselos a los vecinos que tengan alguna queja o reivindicación; la movilización, las mesas de trabajo y la OAC (Oficina de Atención al Ciudadano). En cuanto a este último recurso, explica que se encuentra en dos lugares físicos, en el Consistorio, en la plaza Isaac Peral, y en el centro cívico, donde, a partir de enero y por un tiempo de tres meses, se podrá acudir todos los días de la semana, y no como hasta ahora, martes y jueves. Se trata de un compromiso muy reivindicado por la Flave en las movilizaciones de Por un Puerto digno.

En cuanto a las tecnológicas están las páginas web, aplicaciones o las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Entre las herramientas destacadas están Gob.es; ORAETI (Ordenanza Reguladora de la Administración Electrónica y la Transparencia de El Puerto de Santa María), "que estaría bien que no se quedara solo en la ordenanza sino en llevarla a la práctica", explica Francisco Javier Roselló, con la puesta en marcha de "cajeros ciudadanos en las asociaciones de vecinos o los edificios públicos", siguiendo el ejemplo de lugares como Gijón, añade; la página web del Ayuntamiento; la sede electrónica; la de transparencia, en la que destaca que se recogen datos como los más de 300.000 euros de intereses que pagará el municipio por no pagar a tiempo a las empresas adjudicatarias de servicios; El Puerto Sostenible; El Puerto Wifi; Turismo de El Puerto; la aplicación del autobús, etc.

Pero Roselló se ha querido parar en Mejora El Puerto, de Gecor, que se puede bajar en cualquier dispositivo, para añadir las incidencias, que llegan al Ayuntamiento, para su arreglo y que está siendo muy importante, indica, "porque se están arreglando cosillas".

En definitiva, explica que "la verdadera herramienta es la persona y sus ganas de involucrarse en dejar una sociedad mejor y no caer en el pesimismo".

 

 

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