El verano, el tiempo libre, la escasa conciencia en educación y la oscuridad de la noche son los elementos perfectos para que los que intentan descansar deban aguantar a los incívicos. La Flave mantuvo un encuentro con la Asociación de Barrio Obrero para denunciar y alertar de las prácticas habituales ante la “desconformidad por los constantes ruidos con motos y gritos en horas de descanso por las noches en el espacio de la pista deportiva de Barrio Obrero causados por un grupo de jóvenes, en la mayoría de los casos menores de ambos sexos”.
Argumentan que tras numerosas denuncias por uno de los vecinos afectados y la propia Asociación para buscar la solución, ésta no ha sido posible. “Hay unas personas mayores y enfermas que la ventana de sus casas da al espacio ocupado y llegan los ruidos”, sostienen.
El Intendente, Manuel Cuenca, se comprometió a mantener una vigilancia constante para disuadir las malas prácticas de estos jóvenes, que rompen la convivencia y el derecho al descanso de los vecinos, según apunta en nota su presidenta Milagros Muñoz.
Desde la federación “solicitamos que la Policía acuda y que haga que se cumpla la ley de convivencia, que identifique a los jóvenes, que patrulle a pie y que ponga en conocimiento de los padres o tutores de los menores que realizan dichas prácticas en ésta y otras zonas de la ciudad”.
Desde la Asociación y la Flave “haremos un seguimiento, para que se pueda llegar a compatibilizar el ocio y el derecho al descanso de los vecinos”.
Al encuentro estuvieron presentes el Intendente, Manuel Cuenca, la presidenta de la Asociación vecinal Barrio Obrero, Carmen Sánchez Flores y Ángeles Manchas con Manuel Iglesias como vecino afectado. Por parte de la FLAVE Enrique Valle, responsable de seguridad en la Flave y Milagros Muñoiz, como presidenta.
Se contaba con la presencia del concejal de la Policía Local, Ángel González, pues había concertado la reunión y no pudo asistir.