Alejandro Güelfo ha dado una lección de vida y sacrificio al embarcarse en una aventura que muchos calificarían de locos. Junto a su gran afición, el ciclismo, ha recorrido 2.700 kilómetros en el espacio que transcurre entre Ámsterdam, en Holanda, hasta la ciudad gallega de Santiago de Compostela donde finalizó su travesía como muchos otros peregrinos que, por diversos motivos, llegan hasta la catedral gallega como parte de un gran convencimiento personal.
Esta historia ha contado además con la ayuda desinteresada de Cáritas El Puerto, que ha participado en todo lo necesario para que este reto se lleve a cabo.
Tal y como el propio Alejandro comentaba, “hace unos cinco meses Nepal sufrió dos gravísimos terremotos que dejó a una población que lleva años de verdadera crisis peor aún si cabe, y sin embargo ya nadie se acuerda”. Realmente los nepalíes tienen una gran tradición de pobreza y miserias, y el seismo no hizo más que empeorar una tierra que necesita de mucho trabajo.
Mediante un blog llamado pedaladasxnepal fue contando, cuando las condiciones se lo permitían, las situaciones y peripecias que le iban ocurriendo durante el trayecto. No siempre tenía la oportunidad de conectarse a la red y ponerse en contacto con la familia que aquí le esperaba, incluso hubo ocasiones en las que permaneció en paradero desconocido. Pero la alegría y la fortaleza que este joven desprende al contar las historias refleja lo mucho que ha disfrutado de esta ‘locura’.
Esta semana, en las bodegas Osborne, se realizaba la rueda de prensa donde se pudo disfrutar de una charla en la que las anécdotas y el buen clima prevalecían en todo momento, haciendo de esta aventura una gran historia que contar.
Pronto nos sorprenderá con otra nueva inquietud que lo llevará allá donde él lo crea necesario, porque, sin duda, ha demostrado todo lo que se puede hacer con ganas e ilusión ya que cuando algo de verdad nos mueve por dentro es muy difícil que nada ni nadie nos impida hacer aquello por lo que vivimos.
