Un año más, y como cada verano, el Festival de Teatro de Comedias se ha desarrollado con una gran aceptación por parte del público portuense que disfrutó a lo largo de la temporada estival de un total de siete obras de teatro y un espectáculo de calle. En este sentido, y según los datos facilitados a través de la concejalía de Cultura, el 40% del aforo que acudió a las representaciones estaba formado por abonados, “lo que pone de manifiesto la gran afición al teatro existente en la ciudad y entre los que nos visitan en verano, y la fortaleza de esta cita con la comedia plenamente consolidada y referente dentro del panorama andaluz de las artes escénicas”, han subrayado desde el área.
Entre las obras que más expectación causaron entre el público asistente destacaron dos representaciones: ‘Mujeres de Shakespeare’ y ‘Mitad y mitad’, que agotaron las casi 900 butacas del recinto San Luis Gonzaga, entorno en el que se desarrollaron estos espectáculos. Las siguió de cerca ‘El manual de la buena esposa’, que a punto estuvo de colgar el cartel de ‘no hay billetes’. Por su parte, ‘Esta noche no estoy para nadie’ y ‘El buscón’, superaron los dos tercios del aforo en San Luis. En este sentido, la valoración que hacen desde Cultura es que el teatro también sufre la situación económica actual y “parece que el público consumidor de cultura seleccionó en mayor medida las funciones a las que asistir”.
El espectáculo continuó en el teatro Pedro Muñoz Seca, donde pudieron verse dos comedias más fuera de abono. En este espacio, Teatro Balbo con ‘Los Gemelos’ agotó las 550 localidades que componen el principal espacio escénico de nuestra ciudad. ‘Torero’, por su parte, logró llenar sólo el 60% del aforo, “a pesar de tratarse de un montaje escénico que llegaba precedido por excelentes críticas y premiado de certámenes de teatro como el ‘Garnacha de Rioja”, ha apuntado la concejalía.
Sin embargo, una de las sorpresas de la programación ha sido ‘El encierro’, comedia a través de la cual la ciudad de El Puerto se convirtió en un gran escenario en el que se representó un encierro como los de ‘San Fermín’, y en el que participaron centenares de niños y adultos desde la plaza de la Iglesia, hasta la Bajamar.
No obstante, y a pesar de la economía actual, desde Cultura han mostrado su satisfacción por la aceptación y público que ha tenido el festival que cumplía este año su XXII edición y en el que se ha seguido apostando por la calidad.