Después de tres días de encuentros al más alto nivel, los países del G-8 (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Rusia) acordaron ayer la financiación necesaria para contribuir a la seguridad alimentaria en el mundo, un compromiso que llegó tras reunirse con varios países africanos.
El último borrador del documento final sobre seguridad alimentaria, promovido por el presidente estadounidense, Barack Obama, indicaba que el aporte de dinero contra el hambre sería de 15.000 millones de dólares en tres años, pero finalmente los líderes anunciaron un incremento adicional de 5.000 millones.
Según un alto funcionario estadounidense, el aumento en las donaciones se produjo después de la intervención en la reunión de Obama, quien mencionó sus vínculos familiares con África –su padre es de origen keniano– para subrayar la importancia de la seguridad alimentaria.
Esta cifra, aunque mayor de la esperada, no termina de convencer a todo el mundo, pues la ONG Ayuda en Acción afirma que los 20.000 millones de dólares son sólo un tercio de lo que el mundo necesita.
Con mayor o menor dinero, el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Agricultura (IFAD) muestra su satisfacción por el hecho de que la seguridad alimentaria haya entrado a formar parte de la agenda del G-8, que desde el miércoles se reunió en L’Aquila, epicentro del seísmo del pasado abril que causó 299 muertos.
Tras el encuentro de este viernes entre el G-8 y los representantes africanos –entre ellos Libia, Etiopía y Angola– también fue aprobada una declaración para el fomento del desarrollo del acceso al agua y los sistemas higiénicos en África.
Asimismo, los países reunidos aprobaron luchar contra la piratería en África oriental y contra el narcotráfico.
Varios de los líderes del G-8 expresaron ante la prensa la importancia del cambio de signo en el Gobierno estadounidense, tras el relevo del anterior presidente, George W. Bush, e indicaron que esta es una de las razones del éxito de algunas iniciativas.
500 millones más para programas de nutrición infantil
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer ante el G-8 que su país, a pesar de las actuales dificultades económicas, aportará 500 millones de euros más en los próximos cinco años para reforzar los programas de nutrición, principalmente infantil.
Estos 500 millones se unirán a los 1.000 millones de euros que el Ejecutivo español comprometió en enero para apoyar proyectos de desarrollo agrícola y seguridad alimentaria durante el próximo lustro, con el objetivo de luchar contra el hambre.
Zapatero intervino en la inauguración de la reunión del G-8 dedicada a la seguridad alimentaria junto al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi; el presidente estadounidense, Barack Obama; el líder de la ONU, Ban Ki-moon; y el presidente ruso, Dmitri Medvédev.