Que te
despidan es doloroso pero si encima la empresa en la que has estado trabajando desde 2009,
Ikea, te responde con el silencio y mirando hacia otro lado, eso es aún peor. Es la historia de los diez
trabajadores (de 16) que fueron despedidos a principios de julio de su empresa y que han visto que Ikea, en la que prestaban sus servicios
física y laboralmente (los habrá visto, son los que recogen los carros o reponen los catálogos que faltan) los
ha ignorado por completo. “
Ikea Sevilla está al margen de toda relación laboral con los trabajadores de la empresa
CM Auxiliares y no puede intervenir en las decisiones que se tomen desde dicha empresa”: ésa ha sido su respuesta.
La historia no es
tan fría como parecen indicar las palabras de
Ikea que, haciendo uso del dicho popular, parece que
se está haciendo el sueco. Entre los despedidos hay
dos matrimonios, con cargas familiares, que también tienen el resto de despedidos, aunque seis de ellos optaron por no reclamar porque “nos
coaccionaron, nos dijeron que en 15 días estaríamos contratados y ni siquiera los han llamado”, cuenta
Antonio Andrade, el despedido con mayor antigüedad.
El caso de Antonio
Desde
2009 trabajaba en el
centro Ikea de Sevilla como uno más -
“colaboradores” llama Ikea a sus trabajadores de
plantilla, parece que no a ellos- recogiendo los carros en los que usted va trasladando sus
muebles a piezas, reponiendo
catálogos o lápices, colocando bien los
expositores, quitando de la vista los
cartones... Y lo hacían como un “colaborador” más:
uniforme de Ikea, herramientas de Ikea, horarios de Ikea, jefe de Ikea, albóndigas de Ikea...
La diferencia de Andrade y un “colaborador” era que quien le pagaba la
nómina (y más baja) era una empresa contratada por
Ikea pero que sólo tenía como actividad cederle sus trabajadores. Primero fue
Servimax, luego
Canton y por último
CM Auxiliares, hasta que un buen día el
director actual de la tienda de
Ikea en Sevilla decidió
prescindir de sus servicios y
contratar a otra para que hiciera el
mismo trabajo que ellos hacían en el Ikea de Sevilla.
Lo lógico, lo que marca el
Estatuto de los Trabajadores y lo que no ha derogado la reforma laboral, era que una
parte sustancial de la plantilla fuera subrogada por la nueva empresa,
Seringlobal Servicios, pero no fue así.
Y la reacción de Ikea
Y si el
“vacío” previo que el resto de “colaboradores” le hizo a estos trabajadores hacía barruntar lo peor, todo se confirmó cuando
Ikea ni siquiera apareció al
acto de conciliación. A esto se une que la empresa que los despedía,
CM Auxiliares, que
ni siquiera poseía un superior jerárquico que ordenara el trabajo ni ejercía ningún tipo de control sobre las labores que realizaba su propia plantilla en
Ikea Sevilla, es
prácticamente insolvente sin la inyección económica del gigante sueco y, por tanto, “es
incapaz de soportar las indemnizaciones”.
Habla
Francisco de Borja Ortas, del Bufete Bidon Abogados, que lleva la demanda de estos diez trabajadores y quien insiste en que
CM Auxiliares era una
empresa “aparente”, sin sustrato empresarial u organizativo, “que se crea para dotar a Ikea de este servicio”, por lo que
el “empleador real” es Ikea.
Por eso dirige su demanda
contra Ikea Ibérica y las anteriores empresas que sucesivamente han asumido el servicio, pero también contra la
nueva adjudicataria de Ikea, Seringlobal, puesto que debería haber subrogado al grueso principal de la plantilla de CM Auxiliares.
Pero aunque quien ejercía la “
posición de empresario al beneficiarse del trabajo prestado por los trabajadores por cuenta ajena” era
Ikea, los
suecos han decidido hacer
caso omiso a la demanda y ni siquiera se han presentado al acto de conciliación. Ahora, los demandantes esperan que sí se presente en el
juicio, cuya fecha de celebración
se fijará en un par de semanas, a la que
acusan de cesión ilegal de mano de obra, por lo que consideran sus despidos nulos o subsidiariamente improcedentes.
El gigante: 1.281 millones y 7.524 trabajadores
Ikea España facturó
1.281 millones de euros en 2015 y se gastó
149,6 millones en sueldos para atender a sus
39,4 millones de visitantes y a los clientes de internet, aunque las
reclamaciones subieron a 102.816.
La media de edad de sus
7.524 trabajadores ronda los 33 años y aunque el
89% ve
bien su clima laboral, algo que
no aprecia el cliente, con un
59% que no sabe o es “neutral”.