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Un más que centenario que puede celebrar dos veces su cumpleaños

Aunque en realidad nació el 20 de febrero de 1908, su carné de identidad pone el 24

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  • Eduardo Navarro puede presumir de centésimo primer aniversario. -
  • Está residiendo en La Casa Grande rodeado de sus 4 hijos, nietos, bisnietos y tataranietos
Siempre tiene una sonrisa para saludarte, apoyado o sentado en su carrito de andar, y elevando la mirada hacia quien le dice algo. Cuando le recuerdas como el centenario de Baena, asevera y matiza que tiene “ciento y pico”. Y la verdad es que no miente en absoluto porque las semanas y los meses caen. Sin ir más lejos, ayer mismo día 20 de febrero, Eduardo Navarro Ramos, cumplió 101 años, con la curiosa circunstancia que refiere como anécdota, de que en realidad él nació el 20 de febrero de 1908, aunque en su carné de identidad figure la fecha del 24 , por aquello de las inscripciones tardías por razones varias.
  
Eduardo reside desde hace tiempo en La Casa Grande, y allí recibe el cariño de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, que también tiene, en torno a la decena.
Hasta la edad de jubilación, y desde que era casi tan pequeño como algunos de sus descendientes en la cuarta línea sucesoria, trabajó en diferentes oficios, entre ellos en una fragua y posteriormente como maestro de obra, construyendo edificios. Por ejemplo la conocida como casa de la Condesa en la calle Mesones. Goza de buena salud y asegura que come de todo. No hay secretos ni pócimas para la prolongada vejez. Simplemente hay realidades esporádicas como es el caso de Eduardo Navarro, el hombre de la sonrisa.

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