El coro de Faly Pastrana regresa a las tablas por segunda vez este año para ofrecer su repertorio a un patio de butacas con muchos huecos vacíos. Se advierte una evolución positiva en cuanto a interpretación respecto a su primer pase. Muy crítico el contenido de su primer tango, dirigido a los que utilizan la memoria de Juan Carlos Aragón y en vida “no lo podían ni ver”. También va al ataque el segundo, en este caso para defender el estilo gaditano en la Semana Santa. “Al que no le guste el hombro y la horquilla, que se vaya para Sevilla y dejen a Cádiz en paz”, sentencian. Cuplés, de transición, para la relación del rey emérito y Bárbara Rey y para el propio autor, Faly Pastrana, al que acaban echando por “antiguo”. Si en el primer pase fue Luis Ripoll, en cuartos es Manolín Gálvez el que aparece en el popurrí para cantar junto al grupo la cuarteta del pasodoble. Correcto pase, aunque las plazas en semifinales están carísimas.
Lo mejor No se guardan nada en los tangos, con dos letras muy incisivas
Lo peor La retahíla de reproches hacia la fiesta del popurrí