El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) ha informado de que desde el inicio del Marco de Actuaciones para Doñana y
hasta diciembre de 2024 la Confederación Hidrogáfica del Guadalquivir (CHG) ha cerrado en el entorno del Parque Nacional hasta 1.197 pozos --476 de ellos legales y que han sido sellados por sustitución con recursos superficiales del trasvase--, así como se han precintado 55 tomas de agua.
Así lo indica el informe de seguimiento del Marco de Actuaciones para Doñana en su actualización del mes de diciembre de 2024, consultado por Europa Press, donde se indica que de esas 55 tomas de agua precintadas hay 19 medidas provisionales adoptadas que afectan a invernaderos "en los que no se pudo detectar la procedencia del agua de riego", por lo que la medida cautelar ha consistido en "abstenerse de regar".
En este sentido, indica el informe elaborado por el Miteco que el cierre de pozos en procedimientos de ejecución forzosa ha venido acompañado de la ejecución de medidas cautelares de precintado de tomas en el seno de procedimientos sancionadores, "cuyo objeto es impedir la continuidad de la infracción --derivación ilegal de aguas--". Asimismo, apunta que la superficie ilegal estimada que riegan estas tomas es de unas 238 hectáreas y el volumen derivado 1,37 hm3/ año.
De otro lado, señala que se ha ejecutado el cierre de pozos "legales" vinculados a la concesión de aguas trasvasadas para la Comunidad de Regantes de El Fresno-Guadalquivir. Así, el informe indica que a fecha de diciembre se habían cerrado en esa zona 450 captaciones, "entre las que se incluyen 82 pozos de cuya existencia no se tenía constancia con anterioridad".
En este sentido, indica el Miteco que el cierre de estos aprovechamientos es "un requisito recogido en el condicionado de su concesión de aguas superficiales".
En total, el número de pozos ilegales con sellado en trámite asciende a 205, el de los sellados a 294, de los cuales 162 han sido cerrados "voluntariamente" y 132 han sido sellados por la CHG. De otro lado, 55 pozos han sido precintados con medidas cautelares, así como 18 se encuentran con cierre suspendido por procedimiento judicial, mientras que los pozos sellados por sustitución con recursos superficiales del trasvase ascienden a un total de 476.
De otro lado, el informe explica que la CHG realiza dos campañas de inspección de cultivos bajo plástico cada año, "recurriendo para ello a técnicas de teledetección espacial". De este modo, se analizan imágenes correspondientes al otoño, "cuando el plástico se está colocando sobre los invernaderos", y a la primavera, "cuando la campaña está finalizando". Esta información, una vez procesada, se cruza con otros datos cartográficos de derechos de riego, declaraciones de la Política Agraria Común (PAC), localización de balsas, etc.
Con estos análisis se preparan planes de visitas para la inspección supervisada de los aprovechamientos, seleccionando las explotaciones que serán objeto de revisión directa en campo. Al respecto, recoge el informe que la evolución de la superficie en la que se implantan los cultivos bajo plástico "viene reflejando una leve, aunque progresiva disminución, reduciéndose desde las casi 6.000 hectáreas que se reconocieron a comienzos de la serie (primavera de 2017) a unas 5.496 en la actualidad".
Esto refleja, según apunta el informe, que de estas superficies cultivadas, "unas 700 hectáreas se sitúan fuera de la superficie agrícola regable", por lo que sobre ellas hay "una presunción de ilegalidad", aunque "algunas tienen derechos de agua reconocidos legalmente, lo que motiva las inspecciones que realiza la CHG".
Al respecto, el Ministerio indica que las cifras actuales suponen, que desde la campaña 2018-2019, "la superficie en esta situación se ha reducido muy significativamente".
De otro lado, el informe indica que la CHG trabaja en el entorno de Doñana con una red piezométrica que cuenta con 263 sondeos piezométricos operativos, "sobre los que mensualmente se realizan lecturas de nivel de forma manual", así como que está en marcha un progresivo proceso de automatización de las lecturas del nivel piezométrico y su integración en el Sistema Automático de Información Hidrológica de la cuenca del Guadalquivir. Desde agosto de 2023 el número de puntos automatizados de la red se ha incrementado hasta los 177.