Otros tres puntos a la 'buchaca', y ya solo faltan 41. El inicio de temporada por parte del Málaga CF está siendo soñado. Este sábado visitaba la Costa del Sol el segundo clasificado de la Liga Hypermotion, un Huesca que acumulaba tres victorias y una sola derrota.
El cuadro malaguista comenzó mejor, como ya hizo en su último partido de local. El control del juego era suyo, ante una
SD Huesca que se mantenía replegada en su campo y buscaba acciones de velocidad por parte de sus atacantes.
No obstante, la primera ocasión clara cayó del lado visitante. Un fallo de entendimiento entre
Nélson Monte y Alfonso Herrero a punto estuvo de costar el 0-1. El central retrasó a su portero, que se encontraba fuera de sitio. El cuero se paseó por delante de la portería vacía, pero Joaquín Muñoz no llegó a conectar con él.
Luismi Sánchez hizo suyo el centro del campo. Todos los
balones pasaban por sus botas, las mismas que cortaban las acometidas del conjunto oscense por dentro. Ese casco salvaguarda la cabeza de un jugón.
Dioni estaba con hambre de volver a mojar. Tuvo una de las más claras de la primera parte con un disparo cruzado en el área, tras efectuar con éxito un recorte, que repelió bien con una estirada
Dani Jiménez.
El Málaga estaba clavando el juego asociativo. El tridente formado por
Aarón Ochoa, Antoñito Cordero y Yanis Rahmani hacía estragos en la zaga rival. Manu Molina lo intentó desde la larga distancia y el propio
Rahmani gozó de un claro tiro que fue repelido por
Dani Jiménez.
El acoso y derribo blanquiazul tuvo finalmente sus frutos.
Cordero puso un balón medido desde la derecha en el 42' que iba dirección a la cabeza de Dioni. Su marcador,
Jorge Pulido, en un intento de despejar, terminó
mandando el balón al fondo de su propia red, llevando el delirio a las gradas de Martiricos. 1-0 y sensaciones más que positivas de cara a la segunda mitad.
Las pulsaciones bajaron tras el paso por vestuarios.
El Málaga supo llevar el partido a su terreno, ante un Huesca que se mostraba inoperante en los metros finales. La entrada de Sergi Enrich dio a los altoaragoneses la opción de buscar balones en largo.
Pocas acciones destacables se dieron hasta el minuto 70. Sin embargo, se veía a los pupilos de Sergio Pellicer
claros controladores del choque.
Roko Baturina entró por un
Dioni desfondado tras un gran trabajo en la parcela ofensiva.
El susto llegó alcanzado el minuto 77.
Toni Abad dio un pase de la muerte a
Iker Unzueta, que conectó un buen disparo, el cual fue repelido por
Nélson Monte cuando
Alfonso Herrero ya estaba vencido.
Cada minuto que pasaba era una nueva losa para un Huesca falto de ideas. Minutos después, la mala noticia del partido:
Haitam Abaida, que llevaba pocos minutos sobre el terreno de juego, sintió un pinchazo y tuvo que ser sustituido. Mala suerte para el canterano boquerón, que no consigue dejar atrás las lesiones.
Castel tuvo la sentencia con un cabezazo que pegó en el larguero. Fue la más clara de toda la segunda parte. No llegó a buen puerto, pero ya poco importaba. El pitido final confirmó una nueva victoria de un Málaga CF que ya suma nueve puntos, sigue sin conocer la derrota y demuestra una solvencia impropia de un recién ascendido.