Lo que en principio se presentaba como un punto importante del orden del día, se convirtió a la postre en un frontón en el que los representantes de la práctica totalidad de los grupos políticos presentes en el salón de plenos pusieron de manifiesto su oposición al convenio urbanístico que se presentaba como una resolución de alegaciones para traer la universidad a Estepona. Lo grave para Valadez no fue, a pesar de la nota de prensa lanzada por Francisco Conejo, la oposición de quienes conforman la oposición sino que, tanto Linas Rivas de forma explícita, como Sergio López de forma implícita, dejaron clara su postura en contra de las pretensiones del alcalde esteponero.

Informes concluyentes
Una tras otra se fueron produciendo las intervenciones de los distintos grupos políticos, tras iniciar el turno de intervenciones el concejal no adscrito, Francisco Zamorano. El ex concejal de Hacienda, en una larga y exhaustiva intervención puso de manifiesto todos y cada uno de los puntos débiles de la propuesta de Valadez, tanto desde el punto de vista jurídico, como del económico y en lo relativo a la defensa de los intereses de los ciudadanos en contraposición con lo que, a su juicio, no era “más que un brindis al sol para la obtención de unas plusvalías en favor de los promotores que no se ven correspondidas hacia el pueblo de Estepona”. Será porque, tal y como él mismo asegura, no tiene objetivo electoral alguno, Francisco Zamorano eraquien tenía las más duras palabras para el convenio después de afirmar que de ser aprobado el mismo "Copresa y Valadez pasarán a la historia como las dos manos negras que birlaron la Universidad a Estepona".
Zamorano, al igual que los representes de los distintos grupos políticos de la oposición posteriormente, puso de manifiesto las carencias legales del documento tal como informó Diariosol.es el pasado martes, y que se reflejaban de forma clara en los informes jurídico y técnico que acompañaban al expediente. En ellos, los técnicos responsables de la resolución de las alegaciones señalan, como resumen de los informes facilitados, que, si bien el convenio respeta la legislación urbanística tal como se informó antes de su sometimiento a información pública, se advierte que la tramitación conjunta de ambas innovaciones de elementos no permitiría la aprobación definitiva de ambos Planes de Sectorización ya que esto supondría un incremento del 20 % de la población de derecho lo que contraviene lo establecido en la Disposición 4ª del Texto Refundido de la Ley del Suelo de 2008 en lo relativo a "Criterios mínimos de Sostenibilidad".
El técnico firmante del informe jurídico recuerda, asimismo, a los responsables políticos que en la actualidad se encuentran en aprobación provisional otros expedientes de innovación al PGOU, entre los que se encuentra el relativo a la Casa Real Saudí con más de 1500 viviendas en su desarrollo, que, de ser aprobados a fecha de hoy, impedirían la tramitación de los Planes de Sectorización objeto del convenio

Discrepancias en el gobierno
A las esperadas intervenciones de los distintos portavoces, concluyente y conciliadora de José I. Crespo, populista la de Juan Manuel Rodríguez quién se autocalificó como “concejal apócrifo”, Mena, que estuvo duro y contundente en sus críticas a Valadez y al proyecto desgranado una a una las carencias del mismo y su distanciamiento del proyecto universitario o un Montesinos también claro y conciso, todas ellas apoyadas en los informes antes citados, se sumaron los miembros del equipo de Gobierno, Lina Rivas y Sergio López quienes se distanciaron de sus compañeros. López, que hubo de ausentarse por un compromiso personal, no llegó a definir el sentido de su voto aunque apuntó a l voto en contra, cuanto menos a la abstención. Rivas, por su parte, no dejó lugar a la duda y se posicionó de forma clara en contra de las pretenciones del alcalde socialista, David Valadez.
Mención especial merece la concejal no adscrita, Marisa Rodríguez, quién, de forma directa, retó al alcalde a señalarle un solo documento en el que se hablara de la financiación de los edificios universitarios. De forma reiterada, Marisa Rodríguez puso a Valadez contra las cuerdas sin que éste, más allá de la alusión a promesas inconcretas del consejero, pudiera replicar al reto.