Eulalia ‘Lala’ Prieto Enríquez se convertirá este domingo en la tercera mujer pregonera de la Semana Santa de Jerez, aunque curiosamente será la primera en anunciar su inminente llegada desde el Teatro Villamarta, ya que sus predecesoras, Inmaculada Cáliz (1997) y Paqui Durán (2000) lo hicieron desde la parroquia de San Miguel.
Admite que vive las vísperas “con ganas” de colocarse ya ante el atril de Villamarta, que es lo le “pide el cuerpo” siete meses después de haber iniciado su trabajo. Pero eso sí, tiene claro que no quiere que llegue el domingo para que pase cuanto antes, sino “para vivir ese momento y disfrutarlo” plenamente. En definitiva, “esto es como un embarazo y lo único que queda ahora es parir”.
El pregón está “más que terminado” desde “hará un mes”, asegurando estar “muy contenta” con el resultado final a pesar de que admite ser “muy exigente” consigo misma. “Me daba miedo que no me gustase lo que iba escribiendo, así que lo he hecho a conciencia. Todo lo que terminaba de escribir se lo pasaba a mi hermano Luis (su presentador), que está pletórico y al que le ha gustado muchísimo. Me ve reflejada en el Pregón, y eso es algo fundamental para mí, porque quería ser yo misma”, explica.
Desde un primer momento tenía claro “de qué temas quería hablar”, lo que la ha llevado a meterse “en algunos berenjenales que alguno pensará si había o no había necesidad de hacerlo”, pero a la pregonera le ha pesado siempre el deseo de comportarse tal y como es y de expresarse con total libertad.
Lo que sí adelanta Lala Prieto es que, por su condición de mujer, no va a ser un Pregón “reivindicativo”. “Es el Pregón de una mujer que tiene que hablar desde su experiencia, que cuando era pequeña no se podía vestir de nazarena pero que ya pudo hacerlo cuando fue adolescente. Todo esto es mucho más natural de lo que a veces se pretende. Será el Pregón de Lala Prieto, que hablará de lo que ella siente”, subraya.
En cuestión de género cree además que en las cofradías “el cambio se ha dado a pasos agigantados”, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de instituciones con siglos de historia. “La integración y la inclusión ha sido muy rápida en estos últimos años y está muy naturalizada, sobre todo por la gente joven”, añade.
La pregonera apenas ofrece pistas sobre el contenido de su obra, pero no oculta que el escenario estará presidido por la cruz de carey de Jesús Nazareno y complementado con dos maceteros con palmas de la Hermandad de la Borriquita, que son sus dos cofradías. La Banda Municipal de Música de Jerez interpretará las marchas ‘La Estrella Sublime’, de López Farfán; ‘Rocío’, de Vidriet; y ‘El Cristo de la Expiración’, de Álvarez Beigbeder. En algunos pasajes de la exaltación sonará el piano de José Zarzana.
Lala Prieto ya ha tenido la ocasión de pregonar la Semana Santa de Jerez, pero a puerta cerrada. Fue hace apenas unos días en la capilla de San Juan de Letrán, en una prueba llevada a cabo en la soledad más absoluta con Jesús Nazareno y la Virgen del Traspaso como únicos testigos.
“Fue una experiencia maravillosa. Otros pregoneros me habían aconsejado que lo recitara completo, de principio a fin, porque físicamente supone un desgaste muy grande. Así que me dejaron la capilla de San Juan de Letrán abierta y me dieron la llave para cerrar. Me encontré comodísima, aunque tuve momentos de emoción grande, de modo que llego a Villamarta llorada de casa. Aunque estaba un poco resfriada y con alergia, lo disfruté muchísimo”, resume.
En estos últimos meses ha vivido “muchísimos momentos” emotivos, pudiendo “saborear el tremendo cariño” con el que las hermandades tratan al pregonero de la Semana Santa. “Se ha volcado conmigo todo el mundo, especialmente las chavalas jóvenes y las mujeres. Las hermandades te invitan a vivir momentos muy íntimos y eso es darte lo mejor que tienen. Me he ido nutriendo de todo ese cariño”, explica.
El Pregón de Lala Prieto durará “unos noventa minutos”, a los que habrá que sumar los que consuman tanto el presentador como las diferentes interpretaciones de la Banda Municipal de Música. El objetivo es “que la gente salga a la calle deseando ver al primer penitente en la calle” y, si es posible, “enganchar” a los cofrades que se han ido alejando de sus hermandades con el paso del tiempo.
La pregonera deja un último mensaje. “Me gustaría que mi pregón fuera el tercero de las mujeres y que después de este vinieran otras con naturalidad y fluidez. Quiero además que sea recordado como un Pregón de verdad, sin trampa ni cartón y hecho desde el corazón”, concluye.
