“Quiero saber si esas cartas credenciales van dirigidas al presidente Leonid Kravchuk (1991-94), a Leonid Kuchma (1994-2004) o a Víctor Yúschenko”, señaló Yúschenko al canal de televisión Inter.
Yúschenko, que abandonará el cargo tras no ser reelegido en las elecciones presidenciales del pasado día 17, explicó que las cartas credenciales no incluyen el nombre del jefe del Estado de Ucrania, como reza el protocolo.
"No existen cartas credenciales dirigidas a la aldea del abuelo", indicó.
Partidario del ingreso de Ucrania en la OTAN y de la salida de la flota rusa de la península de Crimea, y uno de los pocos líderes que respaldó al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, durante la guerra en Osetia en 2008, Yúschenko tachó la situación de "provocación".
"He encargado al ministerio de Exteriores que haga imposible esta pequeña provocación. Creo que los ministros están familiarizados con las cosas del protocolo", añadió.
Al respecto, el ministro de Exteriores ucraniano, Vladímir Ogrizko, aseguró que Kiev no tiene la obligación de aceptar las cartas credenciales si no están bien redactadas.
"Existe la práctica diplomática y si alguien quiere, de esa forma, dar algún paso no amistoso, puedo asegurar que la parte ucraniana no lo permitirá", dijo Ogrizko, según las agencias ucranianas.
Ogrizko aseguró que, si la parte rusa no subsana el error, el nuevo embajador ruso, Mijaíl Zurábov, sólo podrá venir a Ucrania como ciudadano ruso y no como diplomático, y subrayó que "las grandes potencias no se comportan así".
La víspera, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró en rueda de prensa que Moscú "siempre ha seguido al pie de la letra las tradiciones protocolarias en diplomacia y que así sería también en esta ocasión".
El escándalo ha estallado justo antes de que Zurábov, ex ministro de Sanidad ruso, llegue el lunes a Kiev, donde debería ser recibido en el aeropuerto por funcionarios de la Cancillería ucraniana.
Según reza la tradición, los embajadores deben entregar las cartas credenciales al jefe del Estado del país al que son destinados durante una ceremonia oficial.
Precisamente, el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, anunció el envío a Kiev del nuevo embajador ruso esta semana, seis meses después de su aprobación debido a las malas relaciones con Ucrania.
"Creo que ya es hora de que usted asuma sus funciones de embajador en Ucrania e intente contribuir lo más posible al fortalecimiento del carácter amistoso de las relaciones bilaterales", aseguró Medvédev.
Medvédev hizo el anuncio sólo dos días después de que se consumara la derrota en las elecciones de Yúschenko, al que el Kremlin ha acusado de aplicar una política antirrusa durante los cinco años que estuvo en el poder.