El ex entrenador del Valencia, Cesare Prandelli, afirmó que no quería seguir "flotando" como entrenador del Valencia en unas condiciones que no ajustan a las esperadas y por eso ha presentado su renuncia como técnico valencianista.
Prandelli convocó una rueda de prensa en un hotel de la ciudad al día siguiente de presentar su dimisión irrevocable como entrenador del Valencia, cargo en el que llevaba desde el 1 de octubre.
Sobre la propiedad del club indicó que son gente "muy respetable y de números, mientras que el fútbol es un sentimiento que va más allá y necesita pasión. Si se la quitas lo dejas desnudo", afirmó el ex entrenador del Valencia.
"Quería abrir Paterna a la afición y el club me dijo que no era posible, he tratado de hablar con la prensa y he visto que había una lista negra. No teníamos porque encerrarnos, ya que eso nos hace daño", prosiguió.
"He colaborado con el club en silencio, sin hablar del mercado y en la reunión que mantuvimos en Singapur acabamos contentos y con deseos de afrontar esta aventura", explicó.
"Me prometieron que en enero el equipo estaría fortificado. Peter Lim -máximo accionista del club- estuvo de acuerdo y le dijo a Suso -Jesús García Pitarch, director deportivo- que adelante y de momento centramos todos nuestros esfuerzos en Simone Zaza", explicó.
Prandelli señaló que habló con el padre del jugador y con el futbolista y que, a continuación, confirmó a García Pitarch y a la presidenta Layhoon Chan que todo estaba claro para cerrar el acuerdo y que el futbolista pudiera estar en Valencia el día 27, tras las vacaciones de Navidad.
"Zaza es un jugador con carácter y en el Valencia faltan jugadores de ese tipo y, a veces, el estadio y su ambiente les puede", señaló Prandelli, quien también indicó que cuando llegaron de vacaciones el jugador todavía no estaba.
También explicó que el día 29 le dijeron que eligiera entre un punta o un medio centro en vez de entre los cuatro jugadores de los que se había hablado y que había que hacerlo en veinticuatro horas.
"Si antes estaba claro que había con seguridad cuatro futbolistas y ahora era uno y ni siquiera estaba todavía cerrado, algo no cuadraba", añadió.
"Por eso decidí no seguir flotando como a veces algunos entrenadores y ha renunciado. Me voy con la cabeza alta y el sentido de haber intentado todo lo posible", añadió.
"Me voy emocionado y triste porque cuando se acaba un sueño, aparecen los sentimientos. Sabía que el reto era muy difícil y lo hemos intentado, ya que venía con la idea de contribuir a que al Valencia le fue lo mejor posible", añadió.
Señaló que quería recordar su respeto a la ciudad, los aficionados y los medios de comunicación y aunque inicialmente estaba previsto que respondiera a preguntas tras su intervención, señaló que era mejor no hacerlo "para evitar la polémica", y se despidió.