El tiempo en: El Condado
Publicidad Ai

Deportes

Kluge hace los honores a Kittel y Greipel, Kruijswijk la vida en rosa

El alemán Roger Kluge (Iam) sorprendió a los pocos velocistas del esprínt que restan en el Giro y se impuso al esprint en decimoséptima etapa

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Celebrando la victoria -

El alemán Roger Kluge (Iam) sorprendió a los pocos velocistas del esprínt que restan en el Giro y se impuso al esprint en decimoséptima etapa disputada entre Molveno y Cassano d'Adda, de 196 kilómetros, jornada de transición en la que el holandés Steven Kruijswijk (Lotto Jumbo) mantuvo la maglia rosa.

A falta de Marcel Kittel y André Greipel, 5 victorias antes de irse a casa, otro alemán, Kluge, de 30 años, tomó el relevo con un triunfo que impidió que otros especialistas en llegadas masivas se estrenaran en la carrera rosa.

El ciclista del Iam no entraba en las quinielas, pero se mostró hábil y pletórico de fuerzas cuando del pelotón, que había anulado la escapada del día a 2 kilómetros de meta, saltó de lejos como un tiro el italiano Filipp Pozzato. Kluge se fue tras él, le superó y aún pudo alzar los brazos con unos metros de antelación, tal vez demasiado confiado, por delante del italiano Giacomo Nizzolo (Trek), que llegaba a su pueblo, y de otro alemán, Nikias Ardnt (Giant).

El grupo entró a rueda de Klugen con un tiempo de 4h.31.29, con los favoritos y la maglia rosa a buen recaudo, sacando una hoja en el calendario en espera de las batallas del viernes y sábado, donde se jugarán el Giro.

Kruijswijk pasó la jornada "tranquilo en la última etapa fácil" y espera hacer valer los 3 y 3.23 minutos de renta que tiene sobre el colombiano Esteban Chaves (Orica) y el español Alejandro (Valverde), al acecho y ganas de asaltar la maglia rosa, aunque el murciano vaticinó que el holandés "será el campeón".

Después de las etapas de los Dolomitas y antes de la traca del fin de semana, la etapa era, junto a la del jueves, la única opción para velocistas y aventureros. Un día para intentarlo, en teoría, ya que los principales equipos ya tienen a sus velocistas en casa: Kittel, Greipel, Demare, Ewans...

Enseguida se pusieron en fuga en el terreno más sinuoso del recorrido el italiano Daniel Oss (BMC), el ruso Pavel Brutt (Tinkoff) y el albano Eugert Zhupa (Wilier). El pelotón no se inmutó y asumió un retraso en torno a los 4 minutos. No más, pues hay equipos que quieren puntuar, como el Lamprecon Modolo y el Trek con Nizzolo, de ahí que ambas escuadras asumieran el control del grupo.

A 11 kilómetros de metas se unieron a la fuga Bak, Belkov y Konovalovas, pero el gran grupo los alcanzó a 1,8 kilómetros de meta. A última hora lo intentó Pozzato, de lejos, pero saltó tras él Roger Kluge, quien se despegó apenas 15 metros, pero suficientes para abrir su historial en una carrera grande. El alemán no ganaba nada desde 2015, cuando se impuso en el prólogo de la Ster ZLM Toer.

El resto de favoritos perdieron su gran oportunidad. El Giro entrará de nuevo en la montaña con los puertos más temibles de esta 99 edición. A punto estuvo de chafarse la fiesta Kluger por un exceso de confianza. Levantó los brazos para celebrar con el pelotón pegado a su rueda, pero el sueño llegó. Tarde, con 30 años, pero hizo los honores a Kittel y Greipel.

Mañana, se disputa la decimoctava etapa entre Muggio y Pinerolo, de 234 kilómetros.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN