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Increíble pero cierto (1-0)

Los verdiblancos vuelven a ganar un partido como local desde septiembre y en competición oficial desde el mes de diciembre

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  • ¡Aleluya! -

Por la mínima y rozando la tragedia, el Betis ganó al Valencia y obtuvo un triunfo que se antojaba vital.

Con dos debutantes y el regreso de una de las esperanzas béticas, se plantó Merino en el Villamarín para enfrentarse a un Valencia necesitado, tanto o más que el conjunto verdiblanco.

Musonda y Montoya, junto a Dani Ceballos, fueron además los mejores sobre el terreno de juego por parte del cuadro local, que con intensidad y mucho pundonor, rayó una primera mitad a buen nivel; y aunque las ocasiones brillaron por su ausencia en ambas escuadras, la más clara la tuvo Ricky Van Wolfswinkel en el minuto 42, cuyo disparo se estrelló en el cuerpo de Ryan.

Tras las tablas al descanso, el delantero holandés volvió a ser partícipe de una jugada de peligro para el Betis, pero esta vez como asistente de Rubén Castro; que por enésima vez, desatascaría el choque.

El canario arrancó desde la izquierda, sirvió para Musonda, éste para Ricky, y el ariete a Rubén, quien a placer batía al meta rival, adelantando al conjunto heliopolitano en el minuto 49 de encuentro.

A partir de ese momento, el Betis vivía sus instantes más prolíficos en el campo, con un Musonda estelar, quien continuamente creaba espacios en ataque y quebraderos de cabeza en la zaga ché.

La afición asistente incluso tuvo durante unos segundos la oportunidad de poder celebrar el segundo tanto de la tarde; hasta que el juez de línea consideró que Jorge Molina estaba en posición antirreglamentaria. Al igual que en el descuento, pero en contra del Valencia; eso sí, de forma injusta. Lo justo para que la victoria se quedara en Heliópolis. Gayá acabó expulsado.

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