El nuevo récord mundial del estadounidense Ashton Eaton en decatlón (9.045 puntos, seis más que el suyo anterior) pasó casi inadvertido ante el revuelo que levanta Usain Bolt cada vez que comparece en El Nido, ahora para obtener su cuarto triplete en grandes campeonatos.
Bolt, campeón individual de 100 y 200 metros, remató el triplete dorado en Pekín como último relevista del equipo de Jamaica, otra vez ganador, ahora con una marca de 37.36, frente a un cuarteto estadounidense que al final resultó descalificado.
El tercer intercambio del cilindro, entre Tyson Gay y Mike Rodgers, se produjo fuera de zona, y Estados Unidos, que había llegado lejos en segundo lugar (37.77), cedió la medalla de plata a China (38.01), y el bronce fue para Canadá (38.13).
De todas formas, un margen de 41 centésimas había separado en meta a Usain Bolt del último norteamericano, Mike Rodgers, que pareció arrugarse ante la estampa monumental del Relámpago.
En el relevo corto femenino la batalla tenía iguales protagonistas y el desenlace fue el mismo: Estados Unidos, campeón olímpico y plusmarquista mundial (48.82 en la misma carrera de Londres 2012), hubo de inclinar la cerviz ante Jamaica, la campeona del mundo, liderada por la pequeña Shelly-Ann Fraser-Pryce.
Una vez que el testigo estuvo a salvo en manos de ésta, la campeona del 100, el triunfo jamaicano estaba asegurado. Por la calle seis, Veronica Campbell-Brown, Natasha Morrison, Elaine Thompson y Fraser-Pryce dieron cuenta del cuarteto estadounidense (English Gardner, Alyson Felix, Jenna Prandini y Jasmine Todd), que corría justo a su izquierda: 41.07, nuevo récord de los campeonatos.
Ashton Eaton adornó su segundo título mundial consecutivo de decatlón con un nuevo récord del mundo, una suma de 9.045 puntos que eleva en seis su plusmarca anterior.
También el nuevo doblete de Mo Farah resultó eclipsado por la presencia de Bolt. El británico, que había ganado ya el 10.000, se impuso también en los 5.000, revalidando su doble triunfo de hace dos años en Moscú.
Farah aguantó impávido el ataque largo, de 500 metros, lanzado por el keniano Caleb Mwangangi Ndiku, y cruzó victorioso la meta con un tiempo de 13:50.38. Es su cuarto doblete consecutivo en una racha que inauguró en los Juegos de Londres 2012 y prolongó en los Mundiales de Moscú 2013 y en los Europeos de Zúrich 2014.
En altura, María Kuchina elevó la moral del alicaído equipo ruso con una victoria fraguada en su menor número de fallos con respecto a la croata Blanka Vlasic y a otra rusa, Anna Chicherova, con quienes compartió la marca de 2,01 metros, en tanto que la española Ruth Beitia acabó quinta con 1,99.
La bielorrusa Marina Arzamasova, campeona de Europa de 800 el pasado año, se proclamó campeona del mundo en Pekín con una marca de 1:58.03, manteniendo a raya a las dos que le persiguieron durante 200 metros, la canadiense Melissa Bishop y la keniana Eunice Sum, defensora del título.
En la jaula metálica, Polonia prolongó su momento dulce en los lanzamientos con su tercer oro en Pekín. Piotr Malachowski, de 32 años, se coronó campeón mundial con una marca de 67,40 metros que dio a Polonia su primer oro en la disciplina.
Malachowski, subcampeón en Moscú 2013, huyó de sorpresas y comenzó a liderar la final ya en el primer lanzamiento, con una marca de 65,09 metros, que mejoró en el segundo tiro con los mencionados 67,40, ya insuperables para el resto de competidores en el resto de la final.
La sorpresa la dio el belga Philip Milanov, quien con sólo 24 años se hizo con la plata (66,90), y Robert Urbanek redondeó el éxito polaco con la medalla de bronce (65,18).