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Chiclana

El Consistorio estudia la puesta en valor de la salina de Carboneros

Busca fórmulas para la recuperación de este entorno de alto valor ecológico, ambiental y etnológico.

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El delegado municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera, Nicolás Aragón, recibió a un grupo de integrantes del Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera, con su presidente al frente, Juan Martín Bermúdez, en la salina de Carboneros. El encuentro sirvió como primera toma de contacto entre el Consistorio y los profesionales que integran el fondo para el estudio de fórmulas de puesta en valor de la salina chiclanera.

En el encuentro, Aragón apeló al “elevado valor ecológico, ambiental y etnológico -así como el entorno en el que se encuentra,  próxima al poblado de  Sancti Petri- como factores que otorgan a la salina de Carboneros un potencial que trasciende a la mera explotación económica de la actividad salinera tradicional”.  Por ello, consideró que “la colaboración con el Fondo puede ser altamente beneficiosa para la recuperación de un bien natural tradicional que en la actualidad está en desuso y cuyo destino, de no abordarse soluciones, es un deterioro que hoy por hoy todavía es subsanable”.

Para el presidente del Fondo, Juan Martín, ambientólogo y director del Parque Metropolitano “Los Toruños”, “resultan viables nuevas fórmulas de explotación para el salicultor del siglo XXI, dado que es posible la consecución de alternativas para el mercado de la sal, especialmente en la gastronomía gourmet”. Abundó en que “las posibilidades que se abren, al margen de la propia actividad salinera, son inmensas y más en una localidad como Chiclana de la Frontera, en la que el turismo etnográfico, ornitológico, y natural están aún por explotar”.

Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera

El Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera lo componen profesionales independientes entre los que figuran arquitectos, abogados, investigadores, ambientólogos, cocineros, etcétera. La asociación, de reciente creación, tiene como objetivo recuperar, gestionar y poner en valor la marisma salinera en el marco de la provincia de Cádiz. Las iniciativas científicas, medioambientales, etnográficas, económicas y socioculturales que pondrán en marcha pretenden contribuir a que las salinas gaditanas vuelvan a convertirse en un espacio de generación de riqueza en un entorno natural sostenible, de la misma forma en la que lo fueran durante varios siglos. 

El fondo apunta un dato que da muestras de lo significativo del declive que ha experimentado esta actividad.  A comienzos de los años 70 existían en la Bahía de Cádiz un total de  160 salinas en explotación, mientras que al día de hoy sólo cuatro siguen extrayendo la sal de forma artesanal.

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