Ni las uvas ni tampoco la Nochebuena, estas fiestas los trabajadores en huelga de la panificadora Butrón las pasarán en la carpa, ubicada a las puertas de la empresa chiclanera, en la que se encuentran desde hace más de un mes.
“Vendrán los familiares y amigos a vernos, incluso a traernos algo de cena, pero este año las navidades las pasaremos luchando por nuestros derechos laborales”, confirma José Mari Guerrero, delegado sindical de CGT.
Como deseo para el próximo año, esperan que “se solucione este problema y la empresa empiece a escucharnos; si no es así, seguiremos aquí”.
De momento, pese a la manifestación celebrada el pasado sábado en la que, según los huelguistas, consiguió reunir a 200 personas, la empresa “no se ha puesto en contacto con nosotros”. Por ello, vuelven a llamar a la ciudadanía a que se sume a las próximas manifestaciones convocadas, la del 24 y 31 de diciembre.
“Desde el último Sercla no sabemos nada de la empresa”, sostiene Guerrero.
Pese a que están aguantando el temporal, durmiendo a la intemperie desde hace un mes y medio, los 25 trabajadores que están secundando el paro indefinido no se dan por vencidos. “En estas condiciones estamos corriendo un riesgo de salud importante, sufriendo bajas temperaturas y lluvias”. “Pedimos que se sienten a negociar y la readmisión de los despedidos”.
Llevan mucho tiempo reclamando “el cumplimiento de los derechos laborales” porque “estamos contratados a siete horas y media y estamos trabajando 48 horas semanales. Estamos cobrando menos que en 2015, y las horas extras ni las vemos”
La empresa, por su parte, continúa asegurando que se trata de una huelga “ilegal e injusta” que pone a la panificadora en una “situación difícil”.
Desde la CGT, sus principales representantes, ponen de de manifiesto que “a ver si en estas fechas que son tan importantes para el negocio van a ser capaces de resistir la presión que va a ir aumentando para que admitan a los compañeros despedidos y cumplan con los derechos mínimos”, porque “no están pidiendo una subida salarial, solo lo que es de los trabajadores”. “Lo están pasando mal con la humedad y las lluvias, pero son un ejemplo de resistencia y fuerza. Luchan por sus derechos y eso es encomiable”, subraya el secretario general de CGT en Andalucía, Miguel Montenegro.
Aseguran que continuarán con las protestas hasta que no haya “una solución que de verdad garantice nuestros derechos”, y quizás la plantilla tiene un deseo unánime,
“que la negociación llegue antes de que el reloj marque las doce de la noche el 31 de diciembre y comience antes del año nuevo”.