La pérdida de un hijo durante la gestación o al poco de nacer es una de las experiencias más devastadoras que pueden sufrir las familias y para las que nadie está preparado, dado que los bebés “representan el inicio de la vida y no el final”.
Este tipo de duelo precisa de una atención especializada y un manejo terapéutico específico. Actualmente, existe una mayor sensibilidad tanto por el sistema sanitario, los profesionales, como por parte de la sociedad, y se está proporcionando una atención más empática, humana y personalizada. Muestra de ello es la comprensión mostrada por la dirección del Cementerio Mancomunado Bahía de Cádiz, que, tras reunirse con la presidenta de la Asociación Andaluza de Apoyo al Duelo Perinatal, Aroa Vaello y su vocal en Cádiz, Maribel Rivera, se comprometió a ceder un espacio en el camposanto en recuerdo de los bebés fallecidos durante la gestación o al poco tiempo de nacer, como homenaje al duelo gestacional y perinatal. Con ello, Cemabasa quiere contribuir a la sensibilización y visibilidad de este tipo de duelo que, existiendo en nuestra sociedad, es poco reconocido y considerado tabú, y tiene como objetivo el dar respuesta a la necesidad emocional de las personas que han sufrido este tipo de pérdida.
El sitio escogido está dotado de especies animales y vegetales únicas de la bahía de Cádiz, con las que se quiere representar un cementerio “vivo” y abierto a la multitud de líneas y posibilidades que ofrece como herramientas al duelo en general. A este proyecto se cede, además del espacio natural, una gran roca traída de Carmona, considerada la ciudad más fuerte de la provincia Bética por sus grandes fortificaciones y Palacios -como metáfora de la fortaleza de las familias para afrontar el duelo gestacional y perinatal y de la asociación-. En el proyecto también se contempla la inclusión de una placa que se gestionará con las entidades colaboradoras, entre las que cabe destacar al Colegio de Enfermería de Cádiz, implicado en desde el principio con todos los proyectos que, en este sentido, se llevan a cabo desde Matrioskas y la Asociación Andaluza de Matronas.
Sin duda este espacio para el recuerdo, perfectamente integrado en un entorno natural, respetando el medio ambiente y la calma y silencio requeridos para este fin, es acogido por las familias como una iniciativa crucial y sanadora para el proceso de duelo, y es que está comprobado que contar con un espacio físico donde honrar a los bebés contribuye a hacer visibles a estos niños y a validar el duelo de las familias que lo sufren.