Un medido proceso se inicia cuando unos pescadores se meten en el agua y, utilizando redes, van cercando al pescado hacia un lado, donde les resulta más fácil cogerlos. Una vez tienen todos los peces en la red, con una cesta (zalabar) van sacando el pescado y poniéndolo en cajas para, una vez allí, poder clasificarlo por especies y tamaños. Los peces que se capturan son lisas, róbalos o lubinas, lenguados, anguilas, doradas o zapatillas.
La actividad comenzaba entorno a las diez de la mañana en uno de los dos esteros con los que cuenta la salina Santa María de Jesús. Estos reúnen unas condiciones óptimas para el uso de los peces, con un aprovechamiento acuícola de los esteros de las salinas.