La nueva delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, ha destacado en su toma de posesión del cargo este lunes que el Ejecutivo de Pedro Sánchez (PSOE) tiene un proyecto de país para España en el que Andalucía "está llamada a desempeñar papel central" para, entre otras cosas, "mejorar" el modelo territorial con el fin de "superar el conflicto que divide a los catalanes" y actualizar los sistemas de financiación autonómica y local, una reclamación de la Junta de Andalucía y otras comunidades autónomas con independencia del signo político.
Acompañada por numerosas autoriades militares y políticas, como el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, García ha resaltado la "doble satisfacción" que le supone ocupar este cargo, primero a nivel personal, segundo por ser la delegada de un Gobierno que "lleva en su ADN la igualdad, la justicia social, la libertad y la solidaridad".
Así pues, ha señalado como "grandes retos" la transición ecológica y digital, punto en el que se ha referido a los agricultores y ganaderos para decirles que sus reivindicaciones "son de justicia" y "cuentan con el compromiso del Gobierno", que "se emplea a fondo en Bruselas" para evitar recortes en la Política Agraria Común (PAC) y para reformar la Ley de la Cadena Alimentaria. Respecto a la justicia social, que pasa por "una fiscalidad más justa", y sobre la libertad, que debe ser "plena" e "incompatible con el machismo" y la violencia de género.
Seguidamente ha hablado de la defensa de los servicios públicos que hará este Gobierno y su trabajo por el "perfeccionamiento" del Estado de las autonomías. "España afortunadamente es plural y diversa, lo que implica una extraordinaria riqueza para nuestro país, aunque en estos últimos años hayamos asistido a una evidente fractura territorial", ha lamentado en alusión al conflicto catalán, antes de ahondar en que este problema "solo puede afrontarse desde la política, el diálogo y la negociación en el marco de la Constitución".
"Aunque en todo caso, superar el conflicto que divide a los catalanes, que tensiona las relaciones entre Cataluña y el conjunto del país, no puede hacerse en perjuicio de otros territorios, por lo tanto el camino debe ser mejorar el modelo territorial que hemos diseñado en nuestra historia, el modelo autonómico, siempre garantizando la igualdad entre los que hoy vivimos en España", ha subrayado.
Dentro de ese "perfeccionamiento" de las autonomías la delegada ha afirmado que esta legislatura ha de ser la de la actualización del sistema de financiación autonómica y también del sistema de financiación local, una reclamación del Gobierno de Andalucía y otras comunidades autónomas con independencia del signo político y que consideran desde el Gobierno central como "esencial", puesto que "de ella va a depender el fortalecimiento de nuestro Estado de Bienestar y el gasto en los servicios públicos".
La delegada ha agradecido a diversas personas sus contribuciones en su vida y en las administraciones, especialmente a la que fuera delegada del Gobierno en Andalucía entre 1993 y 1996, Amparo Rubiales (PSOE), "por abrir a las mujeres espacios públicos de representación", y ha expuesto que después de las elecciones generales de noviembre tienen un mandato de las urnas de "proseguir la transformación de España", un proceso en el que "Andalucía tiene mucho que decir" porque los principios de este proyecto "son los que desde hace 40 años se identifican con esta tierra".
Ha subrayado que estos principios son la justicia social, el propósito de recortar "las desigualdades que sufren buena parte de nuestra sociedad", la elevada tasa de paro, el riesgo de pobreza de muchos niños y la desigualdad en la distribución de la renta entre el trabajo y el capital, puesto que "son además de una bomba de relojería en los engranajes de la convivencia un freno para el progreso".
Lucrecio Fernández
El acto ha comenzado con la lectura por parte secretario general de la Delegación del Gobierno en Andalucía, Juan Cristóbal Jurado, del decreto de nombramiento de Sandra García como delegada y el juramento de ella del cargo. Seguidamente, el anterior delegado, Lucrecio Fernández, le ha entregado el bastón de mando, momento acompañado por los aplausos de las autoridades presentes, y ha tomado la palabra para proclamarse un hombre de "profundas convicciones" y un hombre "de partido".
Natural del San Fernando, Fernández ha agradecido al presidente del Gobierno la oportunidad que le ha dado para trabajar por su tierra y ha considerado que en los meses que ha ocupado el cargo han sido capaces "tejer una red de complicidades y esfuerzo" para atajar los problemas que desde Andalucía se han planteado, así como ha agradecido a los subdelegados en las ocho provincias su labor. "Pienso que los cargos no son tanto unipersonales, sino más bien el esfuerzo de un equipo", ha argumentado.
Ha afirmado que el momento más doloroso en estos meses ha sido la muerte de Fermín Cabezas, el guardia civil que murió en una persecución con los narcotraficantes en Algeciras y ha destacado que tras conocer de cerca el trabajo de los distintos Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se siente más seguro como ciudadano.