Un autobús repleto de pasajeros de principio a fin no es nada nuevo. Siempre ha habido horas punta en las que los medios de transporte públicos se ven más concurridos. Aunque sí es cierto que es algo que pertenecía a la antigua normalidad y no queda del todo claro si debería permanecer en la nueva. Usuarios de los autobuses urbanos de la capital gaditana han denunciado esta saturación en los vehículos alegando la falta de seguridad que ello conlleva en la actual situación provocada por la pandemia de coronavirus.
Una de estas usuarias es Pilar Denís, quien lamenta que algunos conductores no regulen el número de pasajeros en los trayectos. El pasado sábado necesitó hacer uso de la línea número 1 con su marido, que es de alto riesgo, “y al subir y ver que estaba repleto le dije al conductor que íbamos a quedarnos cerca de la puerta, a lo que me respondió que no podía, que debía pasar hacía dentro; cuando llegamos a la siguiente parada volvió a abrir las puertas e hizo subir a más gente”, nos cuenta Denís.
“Ante la queja de varios usuarios el chófer se puso chulito, así que decidí llamar a la policía y explicarles que íbamos en el autobús demasiada gente sin respetar la distancia de seguridad, pero la respuesta del policía fue que era el conductor quien tenía la competencia y que lo único que yo podía hacer era bajarme”. Pese a las protestas de algunos de los pasajeros, Pilar comenta que no dejó de subir gente durante todo el trayecto.
En esta problemática entran en juego dos factores. De un lado la regulación de las medidas de seguridad, que es competencia del Gobierno autonómico. En los medios de transporte se aplica actualmente la previsión establecida en el Real Decreto Ley 21/2020, de 9 de junio. En el mismo, se dispone que la mascarilla es de uso obligatorio en medios de transporte, pero la legislación que obligaba a manter la distancia de seguridad de 1,5 m. en los mismos dejó de estar vigente al concluir el estado de alarma el pasado 21 de junio.
De otro lado el estado de la flota, situación criticada recientemente por el grupo municipal del PSOE. Los socialistas criticaban la falta de autobuses en todas las líneas respaldándose en las quejas de los usuarios. “Hacen falta más autobuses y más conductores para poder reducir la frecuencia entre un autobús y el siguiente, y ofrecer así un servicio seguro y de calidad”, exponía la edil socialista Natalia Álvarez al respecto.
No obstante, el concejal delegado de Movilidad, Martín Vila, “el servicio se va ajustando conforme a la demanda, y actualmente se encuentra a más de un 80%, habiéndose reducido las expediciones que prácticamente iban vacías, al objeto de evitar un incremento en exceso del déficit, ya que el número de viajeros ha bajado un 40%”.
Sin duda el miedo al contagio en los transportes públicos permanece, a pesar de que expertos en salud pública hayan destacado que con el uso de mascarillas y las desinfecciones el riesgo de infección es bajo, sobre todosi se compara con otras actividades como comer en un espacio cerrado o el ocio nocturno.