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Cádiz

Mayor control policial en el mercadillo de los domingos

Vendedores solicitan que se amplíe el número de licencias para instalar los puestos y que no los desmonten. Hay familias que viven de las ventas de ese día

  • Presencia policial. -

Como agua de mayo, así esperan muchas familias de Cádiz que llegue el domingo para poner su puesto en el mercadillo y sacarse algunos euros. Una opción que ya levantó polémica hace algunos años, con la aparición de Inmaculada Michinina y la necesidad de que se incrementase el número de licencias. En aquel entonces las licencias se incrementaron, pero ahora vuelve a haber demanda por parte de muchas familias que sólo tienen esta alternativa para sacarse unos euros. 

En estas últimas semanas además de no tener opciones para legalizar su situación se han encontrado con un incremento del control por parte de la Policía Local, que “si no quitamos nuestras cosas de allí, después de advertirnos, se las llevan y nos la tiran al punto limpio”. 

En la jornada de ayer, ante la aparición de la Policía Local pidiendo que desmontaran, un joven que estaba con su hija y su pareja increpó a los agentes diciéndoles: “si vendemos pescado, nos multáis, si mariscamos, nos multáis, si nos vamos para fuera a trabajar, nuestros padres se mueren de pena por no estar a su vera; si vendemos drogas, vamos para dentro y encima no hay trabajo y en lo que hay metéis a vuestros familiares,  a ver ¿qué hago? Que estoy deseando que llegue el domingo para buscarme algo de dinero para la leche de mi niña”. 

A todo ello, los agentes contestaban que “acatan órdenes de sus jefes y que ellos respondían ante el Ayuntamiento”. Se habla mucho de exclusión social y de pobreza, pero a la hora de la verdad, poca respuesta institucional existe.

La venta ambulante al pleno
Una multa de 300 euros por vender latas sin licencia, un gran número de escritos por parte de los vendedores ambulantes donde denunciaban irregularidades a la hora de conceder las licencias, solicitud de una cita desde el 16 de junio para explicar estas irregularidades, informes, y todo ello sin respuesta.

Esta vendedora ambulante esperaba la respuesta del alcalde, que dijo que no le iba a responder porque “no procede. Y ya le he respondido educadamente en la calle”. A ello, la mujer lo acusó de mentir.  

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