El equipo de Gobierno pretende poner en marcha dentro de un año un plan estratégico que cambie el curso de la prestación asistencial, que ponga orden en el funcionamiento de Servicios Sociales y que permita que “no se funcione por inercia”. El plan tiene una vigencia de 2017-2021, de cara a que en la próxima legislatura se pueda seguir trabajando.
La concejala de Servicios Sociales, Ana Fernández, acompañada por el director técnico Juan Antonio Sánchez y por Gabriel Robles ha presentado la fórmula previa, el trabajo de campo para posteriormente, para el verano que viene, poner en marcha el nuevo modelo operativo que rentabilice el trabajo en los servicios sociales municipales.
Según la edil del Gobierno local, hasta ahora se ha venido trabajando “sin una línea estratégica, que no ha existido durante los 20 años de las políticas del PP”. Ahora, apuestan por el trabajo transversal a la hora de atender casos concretos.
Es consciente del “ritmo frenético que existe en la delegación y que existe una gran demanda en la ciudad, pero los Servicios Sociales deben ser la última alargadera de nuestros vecinos, en lugar de que cada vez se agarren más, como ocurre en la realidad”.
Ahora se empieza un trabajo de diagnóstico a cargo de un técnico municipal, profesor de la Universidad, especializado en sociología, Gabriel Robles. Se va a analizar la situación de la ciudad, las causas, las dinámicas, las estructuras ideológicas o las normas sociales. “Un diagnóstico donde también tenga cabida la participación, con la intención de construir colectivamente una propuesta de intervención social”. Para ello se plantea hacer un taller de debate ciudadano, que se dividirá entre ciudadanos, ONGs, técnicos, e informantes claves de distintos sectores. En este trabajo de campo se realizará un sondeo a toda la población de Cádiz y a los usuarios.
Los ejes estratégicos serán los servicios sociales en general, los servicios sociales sectoriales y las infraestructuras y los recursos. El cronograma presentado por el equipo de Gobierno será: en julio y agosto, planificación; en septiembre, completar el trabajo de campo; y análisis en octubre y noviembre, para presentar los resultados de este diagnóstico en diciembre.
El director técnico de esta área municipal manifiesta que “los servicios sociales funcionan con una carga inercial grande y está caracterizado por ser un departamento normativizado”. La inercia “impide un proceso de reflexión”. No obstante, se tendrá en cuenta también el proyecto de ley de servicios sociales que plantea la Junta de Andalucía, que sustituirá a la legislación actual que es del año 88.
No obstante, ni el trabajo de campo ni el citado plan estratégico tienen prevista la ampliación de la plantilla, a pesar de que durante la convocatoria se puso de manifiesto que están sobrecargados de trabajo. El personal del citado área municipal tienen la sensación de ser unas "meras expendedoras” de ayuda, puesto que no pueden ahondar ni valorar las situaciones de cada uno de los usuarios. El propio director técnico matizó que existen “carencias organizativas” , a lo que Ana Fernández añadía que la delegación de Servicios Sociales “siempre va a tener carencias”.
El Gobierno del cambio habla del cambio de modelo pero juegan en su contra las urgencias que existen diariamente en la ciudad, la falta de personal, y que para “hacerlo bien y en profundidad” no les queda otra que plantearse los próximos doce meses como trabajo de campo y de planteamiento de esas nuevas estrategias.