“Los médicos no temen por su vida”, relató a Efe el hijo del filántropo catalán.
El fundador de la ONG que lleva su nombre sufrió el 20 de marzo una embolia en la localidad de Anantapur, epicentro de su acción humanitaria, y fue trasladado a un hospital de la localidad de Vellore.
Ferrer, que cumplirá 89 años este 9 de abril, “abre los ojos a veces”, responde a las indicaciones de los médicos y en ocasiones sabe lo que se comenta a su alrededor, según su hijo.
“Ahora empieza su rehabilitación. Empieza un tiempo largo y duro”, dijo Moncho Ferrer, quien añadió que su padre podría permanecer otras tres semanas en el hospital antes de salir de él.
Sobre su reciente nombramiento como Catalán del Año 2008 –una campaña promovida por El Periódico de Catalunya a través de una votación popular–, subrayó que su padre ya se había mostrado “contento” de estar entre los nominados, “porque es un premio de la gente”.
La Fundación Vicente Ferrer es el brazo financiero de la organización que lleva a cabo una gran labor humanitaria en el estado sureño de Andhra y que beneficia a más de 2,5 millones de personas.
El incansable Ferrer llegó como misionero jesuita en 1952 a la India, de donde fue expulsado en 1968 tras las suspicacias que despertó su labor entre las autoridades indias y los radicales hindúes.