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Cádiz

“Con rejas y expulsiones no se soluciona el problema de las personas sin hogar en Cádiz”

APDH-A denuncia el hostigamiento que sufre el colectivo y plantea, entre otras medidas, poner a su disposición edificios de la Junta, Ayuntamiento o Iglesia

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  • Acampada de personas sin hogar en el parking de Santa Bárbara. -

Este lunes, un grupo de personas sin hogar fue desalojado de Los Balbo, “sin mediar el equipo de calle” del servicio municipal, “teóricamente para limpiar y, sobre las seis de la tarde baldearon la zona, dejando empapado el lugar”. Para la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) en Cádiz esta es una muestra más “del hostigamiento” que sufre el colectivo en la ciudad

María del Carmen Belizón, portavoz de la organización, ha advertido, en este sentido, de que el problema “no se va a solucionar con expulsiones” de los espacios que ocupan “ni con vallas”, en referencia al cerramiento de zonas en la Plaza de Capuchinos y, más recientemente, la Plaza de la Constitución.

Tampoco con obstáculos, ha añadido, denunciando, en este caso, que la Policía Nacional “ha despojado de sus pertenencias a las personas sin hogar en ocasiones”, y se han registrado lamentables episodios en los fosos de Puerta Tierra con el lanzamiento de piedras o heces.

“Estas personas viven en la calle porque no tienen una alternativa digna, porque son los más pobres”, ha remarcado Belizón, quien ha llamado a la reflexión ante “una sociedad competitiva, individualista y depredadora que los desprecia y los trata como cosas añadiendo dolor al dolor”.

Ante esta situación, y en el caso concreto del municipio de Cádiz, APDH-A ha puesto sobre la mesa una batería de medidas para que las administraciones públicas, especialmente el Ayuntamiento de Cádiz, actúen.

La organización ha reclamado una regulación más estricta de la vivienda turística y de temporada y la construcción de vivienda pública de alquiler social, la regulación de la vivienda privada sin uso para forzar su salida al alquiler y la cesión de inmuebles de Procasa a entidades sociales para acoger a estas personas sin hogar y acompañarles en su autonomía. En este capítulo, Belizón ha considerado necesario, además, desarrollar el proyecto Primero Vivienda.

Para Miguel de Frutos, “no basta con que puedan cobijarse en el alberque municipal durante siete días y vuelta a la calle por tres meses o que, en temporada de frío a una pequeña parte se le hospede en un hostal”.

De manera que ha instado a Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz ha habilitar hasta que se desarrollen los proyectos previstos edificios de propiedad pública sin uso como el IES del Rosario, edificio Valcárcel, antigua Escuela de Náutica, bóvedas de la Casa del Niño Jesús,Bóvedas de San Carlos, u otros para el colectivo.

Y ha extendido la solicitud a la Iglesia, con la posibilidad de echar mano del hasta ahora infrautilizado Seminario.

Por otra parte, han planteado la creación de un equipo de calle de Salud Mental y campañas de prevención para detectar a personas vulnerables antes de que acaben en la calle.

Y, por último, han demandado la extensión de recursos a la zona de extramuros, que no cuenta con ninguno.

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