Este lunes, víspera del Día de la Provincia, la Mesa del Congreso de los Diputados tendría que haberse celebrado en Cádiz. Los representantes del órgano que se encarga del funcionamiento de la Cámara Baja tenían reservados billetes y alojamientos la semana pasada en la capital gaditana para reunirse en el Oratorio de San Felipe Neri, enclave señero en la historia de España, para conmemorar el aniversario de la Constitución de 1812, que se celebra este martes.
El programa de actividades, impulsada por la presidenta de la institución, Francina Armengol, y la vicepresidenta tercera, la gaditana de Sumar Esther Gil, contaba otros actos oficiales y un encuentro con escolares.
Pero no pudo ser. El PP advirtió a mediados de la semana pasada que no participaría de estos actos dada la aprobación de la Ley de Amnistía acordada por el PSOE y los independentistas catalanes, socios preferentes de Pedro Sánchez.
El secretario general de los socialistas gaditanos y diputado nacional, Juan Carlos Ruiz Boix, acusó a los populares de “dar un portazo al Congreso” en Cádiz y de “romper la institucionalidad” en una estrategia de “crispación” que rechaza las decisiones del Gobierno para “dar respuesta a los ciudadanos”.
Ruiz Boix también pidió explicaciones al alcalde, Bruno García, por “el feo tan grande” de la ciudad de Cádiz a la Cámara Baja.
El primer edil respondió el viernes, en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno Local, lamentando que “el PSOE haga un drama de todo” e ironizando con que “los socialistas consideren esto un desprecio cuando la Ley de Amnistía va en contra del espíritu de La Pepa, la convivencia y la concordia”.
Y hoy la diputada nacional del PP de Cádiz Macarena Lorente ha vuelto a la carga. En comparecencia ante los medios de comunicación, ha insistido en que el acuerdo de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes “pisotea la Constitución de 1978 y el trabajo de los jueces y va en contra de la igualdad de todos los españoles”.
Por ello, ha remarcado, los populares dijeron no a la celebración de la Mesa del Congreso en la capital gaditana. “Que el PSOE no venga a Cádiz a ponerse la capa de constitucionalistas porque es una hipocresía intolerable; no queremos entrar en ese juego, nuestra decisión es valiente y acorde a los principios que defendemos desde el principio de la legislatura”, ha argumentado.