Tras coquetear con la experimentación en sus primeros trabajos, el (pen)último exponente de esa electrónica autodidacta tan proclive en la escena sureña, Sardiné, se presenta en sociedad con "Mara", un adictivo tema de ecos africanos y voces sampleadas que nos traslada de inmediato a otras latitudes. Y a otros estados.  

"MARA" TE ESPERA AQUÍ PARA BAILAR DE LO LINDO
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Érase una vez tres chicos que decidieron, cuando la primera década de los dos miles daba sus últimos coletazos, montar una banda. Gipsy Aliens, que así se llamó aquel combo, tuvo una trayectoria tan fugaz como intensa. 

Muchos esperábamos de ellos la gran esperanza del rock acá en el Sur. Incluso montaron algún que otro revuelo al pasar por uno de los primeros Monkey Weeks. Y a telonear a los mismísimos Vetusta Morla. 

Pero tal y como entraron en escena, la abandonaron. De las cenizas de aquellos Gipsy Aliens nacieron varios fuegos. Santi, guitarra y voz, es hoy día Bronquio, nombre por todos conocidos, productor de lo más inspirado y firmante, junto a Rocío Márquez, de uno de los discos de los últimos años, ese "Tercer Cielo" que todavía nos tiene encandilados. 

Mario, bajo y voz, por entonces bajo el seudónimo de Mugre X, nos sorprendía hace un par de temporadas con La Jvnta, una de las bandas más en forma que ha parido el Sur desde los tiempos de Pony Bravo, y últimamente se ha sumado a otra de las formaciones más interesantes de nuestra escena, esa que forman Quentin Gas & Los Zíngaros. Y a Sergio, batería y voz, le teníamos perdida la pista... hasta ahora. 

Porque tras volver tímidamente con un EP al que bautizó con su nuevo nombre artístico, Sardiné, y en el que experimentaba con paisajes sonoros y una electrónica de lo más atmosférica, el andaluz se presenta por fin en sociedad dispuesto a hacerse un hueco, una vez más, en nuestros corazoncitos. 

Y con ganas renovadas, muchas, de proyectar su música al exterior. "Sardiné nació como una proyección de la música que ya estaba creando en casa, donde tengo mi estudio", nos relata el propio Sergio. "El concepto detrás del nombre tiene raíces en Andalucía ya que 'sardinel' o 'sardiné', que es como lo decimos aquí, es el primer escalón de la puerta de las casas y es una palabra que siempre me ha encantado y aunque está cada vez más en desuso, aquí en los pueblos de Sevilla se dice mucho. Aquí la gente sale, se sienta en el sardiné de sus casas y en verano se hace mucha vida. Para mí representa ese primer paso hacia el exterior y el lugar donde mi música se proyecta a la calle".

Aunque Sergio viva ahora en un pueblo de Sevilla, donde ha alumbrado este Sardiné, en parte con la complicidad y los consejos de su buen amigo Bronquio, sus orígenes están en Cádiz. "Nací allí, y es una ciudad que siempre ha sido una fuente de inspiración para mí. En casa crecí rodeado de música, desde Camarón de la Isla hasta Miles Davis, lo que moldeó mi curiosidad y amor por explorar diferentes géneros. A los dieciséis años comencé a tocar la batería en un pequeño grupo pop, y desde entonces fui saltando de banda en banda, buscando mi lugar en el panorama musical".

Y de golpe y porrazo, llegaron los Gipsy Aliens. "Para mí, fue la experiencia musical definitiva: una explosión de creatividad y libertad. Nos volvimos locos en los escenarios y en el estudio, componiendo sin límites y disfrutando cada momento. Aunque comencé como baterista, siempre estuve explorando otros instrumentos como la guitarra y el piano, los cuales con el tiempo se convirtieron en herramientas clave para producir mi propia música".

De aquellos barros, estos lodos, reza el refrán. Y Sardiné, pese a moverse en la electrónica y no en el rock, es consecuencia directa de ese afán por explorar tan propio de Sergio. "Musicalmente, me muevo en la electrónica experimental, pero intento no encasillarme", reconoce él mismo. "Mi enfoque actual es que cada tema fluya de forma natural, mezclando influencias culturales que me han acompañado siempre. Intento transmitir una historia o una emoción con un componente temático, pero sin fuertes pretensiones. Lo que busco es sobre todo divertirme y seguir disfrutando del proceso creativo ya que para mí es o más importante. Que esto siga siendo una fuente de diversión y entusiasmo. Desde que comencé el proyecto, me prometí a mí mismo que en el momento que dejé de disfrutar, esto para mí se acaba. A día de hoy estoy más emocionado que nunca con los proyectos y colaboraciones que están por venir".

Como muestra, un botón, este "Mara" en el que Sardiné mira a un continente no tan lejano, el africano, pero siempre misterioso. "La canción toma el nombre del río que cruza la región Masai en Kenia. 

El tema comenzó con la idea de un sonido que me evocaba agua fluyendo y me pedía un ritmo africano a gritos. Las voces sampleadas son mujeres de una tribu Masai cantando y, aunque he introducido elementos africanos como timbales y marimbas, el verdadero protagonista es el bajo, que digamos representa un torrente constante de agua. Además, la temática gira en torno al río como una entidad femenina o diosa africana, madre de los Masai". Basta echar un vistazo a la bellísima portada de "Mara", firmada por Arturo Salguero Callejas, tan mariana como africana ella. 

¿Y qué nos deparará pues esta nueva aventura como Sardiné? "Mis influencias son tan diversas como mi trayectoria", nos espeta Sergio. "Desde la energía electrónica de Justice y Soulwax, hasta la profundidad flamenca de Camarón de la Isla y la fuerza icónica de Led Zeppelin. Todo esto se refleja en mi sonido, que fluye entre géneros para contar historias". 

Volvemos pues al principio, ese "érase una vez". Y que sea por muchos años. Bienvenido a casa, Sardiné.