Del conjunto de alegaciones, éstas giran principalmente en torno a tres temas “estrellas”. El principal bloque de reclamaciones, unas 350, resaltan la necesidad no eliminar el uso deportivo del antiguo campo de fútbol de tierra; en un segundo bloque, 35 vecinos se han manifestado en contra de la futura Ciudad de Innovación Tecnológica Agroalimentaria (CITA); y por último, el resto de las alegaciones rechazan el cambio de tipología de una franja de terreno en el Ensanche de la Verónica, que ha pasado de sectorizada a no sectorizada.
“Unas 400 alegaciones sobre una población que alcanza los 45.000 habitantes no es manifestarse de forma masiva en contra del plan general. Más bien todo lo contrario, más teniendo en cuenta que el primer bloque de las alegaciones recoge una de las cuestiones que ya se van a tener en cuenta”, detalló el regidor, quién recalcó que el único partido que ha presentado alegaciones en contra del documento ha sido Izquierda Unida. En relación a las asociacionesa, Antequera Habitable ha sido otra de las entidades que han presentado alegaciones al documento de planeamiento.
A partir de aquí, desde el Ayuntamiento se dará respuesta a cada una de las alegaciones, incluyéndose aquellas “que se consideren de viabilidad por su argumentación”. La idea del ente local es contestarlas en menos de un mes, para remitir el documento de planeamiento a la Junta de cara a su aprobación definitiva antes del mes de agosto.
Reclamaciones
Así, entre las alegaciones registradas por Izquierda Unida, la coalición ha solicitado que se dé una nueva ubicación al proyecto de la Ciudad de Innovación Tecnológica Agroalimentaria (CITA) que el equipo de gobierno proyecta en la zona de la Vega. “El proyecto de la ciudad agroalimentaria es totalmente incompatible con la protección jurídica de la Vega, que está declarada como paisaje agrario singular”, dijo la portavoz de IU, Lola Quintana.
Por otra parte, en sus alegaciones IU ha criticado la densidad de viviendas en la urbanización Golf Antequera Gandía. Así han criticado que la construcción haya pasado de tres a seis viviendas por hectáreas a pesar de las limitaciones del POTA.
