Lola Yllescas: “El proyecto del Següesal no es viable, pero nos tememos que algo saldrá”

Publicado: 03/02/2023
Hablamos con la veterana activista del ecologismo gaditano, Lola Yllescas, promotora del recién creado grupo Enebro-Ecologistas en Acción
Viviendas irregulares, la depuración y abastecimiento de agua, energías renovables, viviendas irregulares, Zahora, El Palmar,... sobre estos temas, fundamentales para el litoral de la Janda, y de alguno más, hablamos con la veterana activista del ecologismo gaditano, Lola Yllescas

¿Cuándo decidió adentrarse en el mundo de la defensa de la naturaleza?

Hace ya muchos años. Soy de las ecologistas más veteranas en Cádiz. Fui fundadora de la primera federación ecologista y pacifista de la provincia, la FEPC, pionera también en Andalucía. Luego, cuando surge Ecologistas en Acción (EA) nos pasamos a este colectivo. Hablamos de 1998. Este proceso ocurre también en otras provincias españolas. EA tiene una estructura federal. Nuestro grupo es local que pertenece a una federación provincial, autonómica y nacional. Tenemos autonomía absoluta en el grupo pero también contamos con la ayuda y el respaldo de la federación nacional.

¿Ahora aparece Enebro?

Es el último grupo creado de Ecologistas en Acción de Cádiz. El 11 de febrero celebramos la asamblea provincial que se desarrollará en El Palmar en la sede de la A.VV Santo Domingo de La Calzada. En esta reunión, que llevamos a cabo anualmente, se presentan tres grupos nuevos de la provincia de Cádiz, uno en la Sierra, otro de Trebujena y Enebro, que actúa en Vejer, Conil y Barbate. Es muy reciente.

¿Cuál es tu función?

Yo no tengo cargo, soy militante. Soy la persona en torno a la cual se ha creado el nuevo grupo para esta zona del litoral tan importante en la provincia. Una zona en la que pensamos que era necesario un colectivo y me he encargo de potenciarlo y coordinar a las personas que estaban dispersas. Siempre dentro de Ecologistas en Acción. Y se llama Enebro por la zona. En Barbate se encuentra la segunda mayor población de enebro de la península después de Doñana.

En 1998 se crea Ecologistas en Acción en pleno boom del ladrillo…

Que nos lleva a la crisis de 2008 tras la liberación del suelo.

¿Han aprendido algo de esa crisis las administraciones públicas?

Creo que no. Creo que están dispuestas a seguir, si el mercado de lo demanda. No piensan en controlar. No vemos propósitos, ni ningún análisis que nos permita pensar que van a cambiar. Es más, la prueba la tenemos en este pasado FITUR, una feria que es para ir a vender territorio o lo que sea. En esta zona al menos, vemos que sus alcaldes siguen dispuestos a vender lo que sea y a recalificar. Se sigue haciendo lo mismo, tenemos el proyecto urbanístico de Borondo en El Estrecho, el Beach Club en El Palmar, El Següesal en Barbate… Lo único que ocurre es que quizás hoy en día hay menos demanda, el ladrillo no se ve ya como la solución universal, aunque nos tememos que llegue el boom de las energías renovables.

¿En qué sentido?

Están los fondos de inversión como locos comprando territorios para este tipo de instalaciones. Lo que podría ser una solución, y que seguimos reclamando y defendiendo, como son las energías alternativas, las están convirtiendo en otro problema por el abuso, la falta de cuidado y la renuncia de las administraciones a regularlas. No se puede en placas solares una zona de valiosas viñas de Jerez. Hay zonas degradadas que se podrían destinar a estas instalaciones y lo que pedimos es que se regulen.

Otra vez suenan los proyectos eólicos marinos para este litoral… ¿qué postura tienen desde Enebro?

Ecologistas en Acción ha estado mucho tiempo debatiendo sobre ello. Nos ha costado pero pensamos que es irrenunciable. Hay que aceptar que la obtención de energía eléctrica mediante las eólicas marinas es provechosa y más eficiente que en tierra. Ahora bien, con una serie de requisitos. Lo que decíamos antes, reguladas. En primer lugar, deben evitar el impacto paisajístico desde tierra y para eso están las instalaciones flotantes existentes. No hace falta instalarlas cerca de la plataforma continental porque no se tienen que anclar a tierra. Luego deben estar fuera de las zonas de reserva pesquera y de interés biológico. Y también hay que tener en cuenta las vías de comunicación marinas, así como otros requisitos. Por lo tanto, sí a las eólicas marinas pero con todo el cuidado que el mar y la industria pesquera requieren.

En las últimas décadas, la concienciación ciudadana respecto a la importancia del entorno natural y el desarrollo sostenible ha aumentado, aún así, llegan unas elecciones y los partidos siguen buscando votos mediante proyectos urbanísticos…

Sí, indudablemente la concienciación ciudadana ha aumentado, pero hay otros que todavía piensan que proyectos como el Valhalla va a traer infinidad de puestos de trabajo, cuando la realidad es que no va a traer nada. Lo que se va a construir ahí es prefabricado y con trabajadores especializados y propios de la empresa. Eso es un negocio particular que ni es ecológico, ni es social. Y casi siempre, lo que no es ecológico tampoco es social.

¿Es posible un desarrollo económico que sea sostenible?

Claro que sí. Además, no solo es posible, es absolutamente necesario. Las energías alternativas las plantearon los movimientos ecologistas y nos tacharon de locos. Ahora son los fondos de inversión los que están como locos instalando por todo el territorio parques solares y eólicos. Ocurre que el mundo que evoluciona pero hay que hacerlo con inteligencia para no equivocarnos, y para eso se debe regular, ordenar y hacerlo de forma racional.



Desde Conil, Vejer y Barbate, solo hay que recorrer un poco la N-340 para plantarse en la Costa del Sol y ver qué es lo que no se tiene que hacer aquí… ¿no?

Es verdad. Viendo la Costa del Sol está claro que Cádiz debe optar por otro desarrollo. Cuando tuvimos a Luis Planas, ahora vilipendiado por la derecha, como consejero de Medio Ambiente en la Junta, se hizo en Cádiz el plan de protección de su litoral que suponía que los 500 metros a partir del deslinde del Dominio Público Marítimo Terrestre se iban a proteger. Era un plan que tenía voluntad de resguardar el territorio. Así lo ha hecho Portugal y les va muy bien. Aquí cuando comenzó a aplicarse, alguien lo recurrió porque se aprobó en funciones y se anuló. Se pudo retomar pero no hubo voluntad de hacerlo. Los políticos prefieren que el litoral esté en función de quien lo demande. Si viene alguien con dinero o un fondo de inversión diciendo que quiere hacer un hotel en Malcucaña, pues ahí lo tienen.

En Barbate, hablamos del Següesal, además de dos o tres proyectos hoteleros en Caños y Zahora…

Nosotros dimos batalla contra el Següesal. Participamos en todo el proceso presentando alegaciones porque nos parecía un disparate un proyecto que cuadriplica la propia extensión del pueblo e incrustada entre las dos partes del Parque Natural de La Breña. También llevamos a cabo una serie de manifestaciones y al final la evaluación ambiental y estratégica de la propia Junta lo declara no viable. En este momento ese proyecto no es viable, aunque lo que le dice la Consejería a la empresa es que haga las modificaciones necesarias y a lo mejor puede salir adelante. Lo que se pretendía hacer no se hará…lo que se vaya a hacer aún no lo sabemos pero nos tememos que algo saldrá.

La empresa y el Ayuntamiento dicen que no está en el Parque Natural…

Es cierto, no está en el parque, está justo pegado al mismo. Se pretende incrustar en la zona que queda entre el parque natural de Barbate y la ampliación del mismo en Vejer. Casi lo parte en dos.

Desde el Ayuntamiento esgrimen que si no se lleva a cabo ese proyecto, al final ese suelo se llenará de viviendas ilegales…

Pues esa es su responsabilidad. No puedes hacer un chantaje diciendo que como no voy a cumplir con mi obligación, pues fíjate. Es impresentable esa declaración del alcalde. Un alcalde no puede decir que no va a cumplir con la legalidad, debería dejarlo.

Zahora y Los Caños, y también El Palmar…

Tenemos varias cosas. En Mangueta el proyecto que se presentó también está paralizado. Eso sí, en cualquier momento puede surgir algo, pero por ahora no se está haciendo nada. Sin embargo en la parte de Vejer sí se están activando varios proyectos. Por ejemplo una instalación que hay de polo que no cuenta con los requisitos legales y no sabemos de dónde está sacando la gran cantidad de agua que necesita, cuando en El Palmar no cuentan con suministro de agua. Está absolutamente vallada y cerrada. Luego está Valhalla, un proyecto que se quiere llevar a cabo en la zona de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre. Ya sabemos que El Palmar está lleno de instalaciones de esta naturaleza. Y lo está porque ningún político ha sido capaz de ordenarlo. Pero el Valhalla se ha fomentado por la administración, e incluso el alcalde ha ido a poner la primera piedra… eso nos asombra.

¿Al final se acude a los tribunales?

Nos hemos visto obligados a ello. Ya tenemos el escrito porque no han hecho ningún caso a nuestras alegaciones y a nuestros escritos. Allí también nos hemos manifestado.

¿Y Malcucaña?

Es una historia muy antigua. La recuerdo desde 2004 cuando Vejer ni siquiera tenía PGOU, sino normas subsidiarias. Entonces llegó un señor que se llamaba Riera Marsá, de Baleares, diciendo que le gustaba la zona y que quería urbanizarla. El alcalde correspondiente, en ese caso del PSOE, se apresuró en aprobar el PGOU y de ahí sacar un plan parcial para esa zona que se aprueba en 2010. Pero por aquel entonces, el promotor, viendo que no había suministros, ni nada de nada, se quitó del medio. Eso que estaba dispuesto para ser urbanizado pasa a manos de los bancos (la mitad lo adquiere el banco malo La Sareb) y la otra mitad lo compra Juan Muñoz (marido de Ana Rosa Quintana) y algún otro propietario. Ahora hay una junta de compensación. Hubo un tiempo en que se creó una plataforma, Salvar El Palmar, desde donde nos planteamos comprar la parte del banco malo para proteger el suelo, pero solo tenía el 49 por ciento de la Junta de Compensación y desechamos la idea. Y así sigue, con el concejal de Urbanismo, Pepe Ortiz, anunciando compradores en Fitur, algo que no era cierto hasta este año que parece que sí hay un comprador real, el fondo de inversión Millenium. Nosotros, así te lo adelanto, le vamos a pedir una reunión al alcalde de Vejer para conocer sus planes sobre Malcucaña y sobre la Dehesa de El Palmar.

Sobre la Dehesa el Ayuntamiento incluso se plantea asumirla ante la dejadez existente…

Es de los colonos lo que ocurre es que no se hace nada allí, nadie interviene, está muy dejado. Ahora se ha convertido en un parque de caravanas degradante.

Ortiz, al respecto, lamentaba que los ecologistas no protesten contra esa situación…

Sí lo hemos denunciado. A Ortiz no hay quien lo entienda. Si protestamos, malo, si no lo hacemos, también. En ese caso, dos meses antes de esas declaraciones fuimos a verlo y efectivamente es algo impresentable, un ejemplo más de dejación de funciones del Ayuntamiento que tiene que ordenar por ley. Hoy parece que los alcaldes son agentes comerciales y no es así, están para servir al ciudadano.

Mientras se venden macroproyectos, hay zonas, poblaciones enteras, que no cuentan con servicios básicos como el alcantarillado o el suministro de agua…

Exactamente. El Palmar y Zahora son paradigmas de ello. Allí vive mucha gente, es caótico, sin suministros, sin alcantarillado, sin recogida de basura… Es como volver al siglo XIX y ver un asentamiento tercermundista. Desde que estoy en el ecologismo no se ha avanzado nada en ambas zonas. Es un desastre. La solución es la misma, hay que ordenar y regularizar, aunque también es verdad es que en algunos casos los vecinos se niegan a pagar los gastos de la urbanización, pero habrá que buscar un consenso, llegar a un acuerdo. Así no podemos seguir.

El caso de Conil, o de su Ayuntamiento, llama la atención porque desde el mismo se reivindica a la Junta que proteja suelo en lugar de que lo libere…

La verdad es que aplaudimos este tipo de actuaciones. El pasado verano nos manifestamos junto al Ayuntamiento en Castilnovo en la que pedíamos mayor protección para esa zona. Y lo hicimos porque Castilnovo es un milagro desde el Conilete que nos separa de El Palmar. A la derecha ves la playa virgen, limpia, libre, con medio kilómetro en marea baja, más unas marismas bien conservadas y un prado con sus vacas… es decir, un paisaje único, de los que ya no quedan. Y al otro lado, el caos al que quieren añadir un hotel en la frontera por así decirlo. El problema es que Castilnovo está desprotegido porque la Junta no quiere darle un mayor nivel de protección. Solo lo protege el PGOU de Conil donde aparece como no urbanizable de especial protección, pero eso llega otro alcalde y lo cambia.

Pero es curioso que sea el Ayuntamiento quien pida su protección…

Sí, es chocante porque se trata de una actitud distinta a otros consistorios.

Y aún así, el desarrollo turístico de Conil está a la altura de los mejores…

Efectivamente. Es un crecimiento sostenible y eso que cada año hay más hoteles nuevos próximos al litoral, pero nunca sobre la playa. Además, los hoteles están en torno al núcleo urbano, no separado, ni alejado… no en plan mira ese paisaje me encanta, y llega un señor y lo destroza tras recalificarlo. El Ayuntamiento de Conil ha ido recalificando los terrenos en torno al núcleo urbano, con lo que ese núcleo se beneficia directamente del turismo porque la gente que viene, viene a Conil, no a una zona que nadie sabe a dónde pertenece. Nosotros siempre hemos defendido la ciudad compacta mediterránea y se hay que crecer, que se haga en torno a la ciudad. Y aquí se ha hecho eso.

¿Pero no sólo ha protegido Castilnovo?

Exacto. Ha desclasificado zonas del monte, de pinares del litoral que eran urbanizables y ahora se han protegido. Es decir, nos parece que es un Ayuntamiento que está llevando a cabo una política distinta y con la que estamos, sino al cien por cien, sí en gran parte de acuerdo.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Conil se enfrenta a un problema común en otras zonas como son las viviendas irregulares. Hablamos de unas seis mil o siete mil viviendas.

Aquí es más histórico. Aquí se le llama el diseminado, no está concentrado en núcleos como Zahora o El Palmar. Viene de cuando la gente vivía en el campo, con una propiedad muy dividida. Vivían en pequeñas parcelas y huertas, y también vivían de ellas. Tenían agua y sacaban adelante sus cultivos. Luego fueron trasladándose al pueblo y algunos todavía viven en esas casas. Otros las usan para otras cosas, entre ellos el alquiler vacacional o como segunda vivienda. Creo que en el caso de Conil hay que hacer un estudio pormenorizado de la situación. Para mí no es lo mismo quien la usa como única vivienda y quien especula con ella. Indudablemente la ley está para cumplirse, y si es no urbanizable, pues lo es. Aún así creo que se puede encontrar una fórmula como los AFO (Asimilado Fuera de Ordenación) y luego estudiar la situación de forma individual. Creo que dentro de lo no urbanizable hay muchos matices y muchas cuestiones a tener en cuenta.

Los alcaldes de Vejer, Conil y Barbate coinciden en que no tienen medios para controlar la proliferación de construcciones ilegales… ¿Es necesario que la Junta se involucre más?

Sí, haría falta. Creo que la Junta debería poner más interés. Y eso sirve para las viviendas ilegales y para las plantas eólicas y solares. Debe ordenar su territorio, debe regularlo y vigilarlo. Necesitamos que se haga porque lo demás es caos e insostenibilidad.

Otro gran problema es la depuración de las aguas residuales…

Sí, y aquí donde estamos, en Roche, en un ejemplo. Pero afecta a todo el litoral. En Barbate la depuradora no funciona, en El Palmar no hay, ni en Zahora, ni en Los Caños. Y eso que por ley desde 2006 los pueblos de más de 10.000 habitantes deberían contar con una depuradora de nivel terciario. Y no se ha hecho nada de nada. En Barbate se está discutiendo aún su ubicación (a nosotros nos parece bien en El Retín). Y cuando se lleve a cabo pasarán años porque no solo es la depuradora, también hay que hacer los colectores. Son obras de envergadura, pero esas obras parece que a los alcaldes no les importa, como si no creasen puestos de trabajo también. Incluso Conil, donde no funciona especialmente más, excepto en verano, hace falta una nueva depuradora, que ya se ha reclamado. La idea que tienen es montar una grande terciaria, pero es algo que nos parece complicado en un municipio con tanta dispersión. Roche estaría a 12 kilómetros de la misma. Quizás sea más interesante hacer dos pequeñas como tiene Chiclana.

¿Qué responde a esa crítica que vierten algunos vecinos y también algunos políticos que ven a los ecologistas como una piedra en el zapato a la hora de desarrollar proyectos?

Es verdad que nos oponemos a muchos proyectos, pero también tratamos de dar alternativas. No solo somos negativos. Siempre tenemos una propuesta y una idea de territorio. Una idea en la que el tema ambiental siempre tiene que ir ligado al social. Para nosotros un territorio social injusto no tiene sentido y creemos que el desarrollo debe ser ambiental y social. Y precisamente eso es lo que queremos, que no haya abusos desde multinacionales, fondos de inversión o grandes fortunas. Queremos que se haga racionalmente para todos, no en función de quien tiene más dinero consigue más cosas a costa de los demás. Queremos que los servicios públicos lleguen a todos. La legislación española no tiene grandes problemas bajo este punto de vista y nuestras reivindicaciones siempre están amparadas por la ley. Si nos oponemos al Valhalla, es porque no cumple la ley de Costas y la ley del Suelo. Argumentamos a favor de la ley, lo que no sabemos es lo que argumentan los alcaldes. Las normas están para cumplirlas. Somos propositivos y nuestra propuesta es que el territorio hay que mantenerlo para todos.

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