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Arcos

Carlos Jorkareli edita cinco preciosas láminas de Arcos

Quedan recogidas en una carpeta que se convierte en un magnífico y accesible regalo. El pintor espera que esta parte de una colección mucho más completa sea del agrado de los arcenses

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El pintor Carlos Jorkareli nos ofrece una nueva manera de ver y sentir Arcos, sus calles de siempre desde otro punto de vista, paisajes asombrosos, trazos y colores que conmoverán al espectador, la belleza imperecedera del municipio… Todo reunido en una carpeta que contiene cinco preciosas láminas que su estudio, Calle 13, pone a la venta estos días en la conocida Papelería Camachito; cinco pinturas de Arcos que pretenden ser un nuevo homenaje a la belleza de la ciudad y una ocasión para atrapar y guardar para siempre parte de esa belleza. En otros términos, Carlos Jorkareli pone en nuestras manos un excelente detalle artístico para, por ejemplo, regalar en estas fiestas navideñas que se aproximan. O al menos esta es su idea.


Las reunidas cinco láminas, no obstante, forman parte de la colección ‘Arcos, sitios y calles’, privada en su momento, compuesta por 28 pinturas sobre Arcos, con lo cual el camino está abierto a nuevas ediciones.


La pretensión del autor es de alguna manera popularizar su trabajo vinculado a la ciudad que le ha acogido.  El empresario Juan Manuel Roldán está la mar de satisfecho con este trabajo del pintor que espera vender con cierta facilidad debido a su calidad y belleza.


Las principales características de esta carpeta pasan por la gran calidad de sus láminas en cuanto a gramaje y tipo de papel, una impecable presentación cuya portada, por qué no, podría convertirse en una sexta lámina.


Todas las obras están elaboradas en acuarela e impresas digitalmente con alta tecnología a fin de garantizar su calidad.


A tenor de su experiencia, el autor está convencido del éxito que tendrá este trabajo incluso fuera de las fronteras de Arcos, ya que los visitantes suelen llevarse recuerdos de este tipo que entrañan de algún modo la belleza de la ciudad. Pero lo mejor de todo es la posibilidad de conservar para la eternidad un cachito de Arcos con el que recrear la mirada y los sentidos.

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