La franciscana hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de la Amargura guardará para siempre entre sus más preciados recuerdos el III Encuentro Nacional de Hermandades de Jesús Caído, cuyo escenario ha sido Arcos de la Frontera durante el fin de semana.
La querida hermandad del Lunes Santo arcense no pudo ser mejor anfitriona de una convivencia en la que Jesús, como eje central de la vida de las corporaciones cristianas, ocupa un lugar preeminente. De ahí que varios actos estuvieran consagrados al encuentro con Dios, como el celebrado en primer lugar en la Basílica Menor de Santa María, donde los visitantes escucharon las palabras de bienvenida del alcalde de la ciudad, José Luis Núñez, acompañado de otros miembros de Corporación municipal.
Posteriormente, se celebró un concierto de órgano con varias piezas del compositor Vicente Gómez Zarzuela, el que intervino la soprano Inmaculada Almeda.
Asimismo, los caidistas tuvieron ocasión de visitar las exposiciones sobre el patrimonio de las Tres Caídas, en el salón cultural San Miguel; otra fotográfica en la capilla de La Misericordia sobrla historia de la hermandad, y una última de carácter benéfico en el Casino Círculo de la Unión.
La expedición conoció además las iglesias locales y los principales monumentos, llevándose en este sentido una grata impresión del valor arquitectónico y monumental de Arcos.
Aunque algunos actos estuvieron abiertos al público en general, la hermandad, en mayor intimidad y corporativismo, llevó a cabo las conferencias pronunciadas por fray Severino Calderón, ministro de la provincia franciscana de Granada, en la Basílica Menor de Santa María, y una segunda conferencia sobre religiosidad popular por el sacerdote arcense Antonio Jesús Jaén en San Agustín.
En esta última iglesia tuvo lugar una agradable sorpresa, ya que la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno preparó un pequeño desfile de sus armaos en el interior del templo, con la idea de que los caidistas se llevaran una impresión de la aportación de la figura del armao en las procesiones locales.
Además, también en San Agustín se agasajó a la comitiva con una estupenda merienda a base de productos locales, entre los que no pudo faltar el famoso bollo de Semana Santa.
El acto oficial que cerró la jornada fue una emotiva liturgia, con inevitable acento caidista, en la parroquia de San Francisco, a lo que siguió un concierto de música cofrade en el salón de actos en el colegio La Salle a cargo de la banda de Nuestra Señora de Palomares y la banda de cornetas y tambores de la hermandad de las Tres Caídas de Arcos.
Finalmente, fueron diez las hermandades participantes, lo cual deparó la visita de unos ochenta caidistas llegados desde lugares como Ciudad Real, Ceuta, Elche, Murcia o Sevilla. En este sentido, las inscritas en los actos fueron 124 personas, ya que se sumaron lógicamente los hermanos caidistas de Arcos.
Como anécdota, no se pudo celebrar la comida reservada en el Parador de Turismo debido a la huelga de trabajadores del sector, que así protestaron por los recortes salariales que vienen sufriendo. Por este motivo, la hermandad organizadora tuvo que recurrir a otro establecimiento, en este caso al restaurante del Cortijo Faín.
Este encuentro se ha celebrado ya en Sevilla, Murcia y Arcos. Dentro de dos años tendrá lugar en Úbeda (Jaén), ya que acontece con carácter bianual.
Desde la hermandad anfitriona, su hermano mayor, Andrés Camarena, se ha mostrado ante este medio muy satisfecho con esta convivencia, en primer lugar porque los caidistas visitantes se han llevado una grata impresión de Arcos como ciudad, de sus monumentos, iglesias, de sus calles... Camarena también agradece la colaboración del Ayuntamiento, particularmente del alcalde, y de las empresas de hostelería y transporte que han ayudado de algún modo.
Desde la hermandad han procurado además que la reunión nacional haya servido para la formación cofrade. Es por ello la celebración de conferencias que ilustraron el sentido de Jesús Caído en el contexto de la fe en Dios.
