El 25 de febrero de 2014 se callaba la guitarra y el compás del más grande de los genios, Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, quien fuera el músico y compositor considerado mejor guitarrista de flamenco contemporáneo y uno de los más virtuosos de la guitarra a nivel mundial.
Paco de Lucía, como a él le gustaba que le llamaran, por aquello de que su madre se llamaba Lucía, y su hermano Ramón, aprendieron de la mano de su padre Antonio Sánchez Pecino, también guitarrista. De lucía se relacionó rápidamente con las grandes figuras de aquella época: Niño Ricardo, Sabica y Ramón Montoya.
Paco de Lucía y Camarón de la Isla marcaron una época dorada. Fueron dos grandes artistas con la humanidad personificada. De Lucía fue un guitarrista que abrió el camino a nuevos estilos, actuando con éxito en Europa, Norteamérica y Japón. En 1989, con ‘Luxía’, rinde un homenaje a su madre que había fallecido un año antes. También homenajeó a Camarón de la Isla en ‘Cositas buenas (2004), donde muestra ya su madurez artística.
Dio a conocer el flamenco fuera de España al haberse atrevido a darle nuevos aires mezclándolo con otros estilos. La difusión internacional del cajón se debió a su adopción por parte de Paco de Lucía para el flamenco en 1977, tras una gira por Latinoamérica, concretamente en Perú. Sucedió que durante la gira, llegó a manos de un percusionista de una banda un cajón en una fiesta, el sonido le llamó la atención y comenzó tocar la guitarra con el cajón.
Paco de Lucía abrió el camino para este tipo de experimentos y fusiones del flamenco con diversas músicas recibiendo todo tipo de galardones: el Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Hijo predilecto de la provincia de Cádiz, Hijo predilecto de Algeciras, la Medalla de Plata de Andalucía, la Distinción Honorífica de los Premios de la Música, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, etc.
El 26 de febrero de 2014, el féretro de Paco de Lucía estaba en México a la espera de su repatriación hacia Algeciras, su tierra natal ‘Entre dos Aguas’. Este día se estaba celebrando la fase de semifinales del C.O.A.C. (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas). La gran comparsa del laureado maestro D. Antonio Martín García, ‘Los Hypitanos’, daba su pase en un increíble esfuerzo titánico. A las 10 de la mañana, la letra del pasodoble de Homenaje estaba escrita, como su autor dijo en sus declaraciones, “salió con el traje hecho, no por ello sin menor dificultad”, en esta sociedad que vivimos dónde el tiempo pasa más deprisa qué las manillas del reloj. Pasadas unas horas, la comparsa cantaba en el escenario del Gran Teatro Falla una gran letra de homenaje, haciendo honor al más grande de los genios todavía de cuerpo presente. El carnaval, de la mano del gran maestro, hacía honor a su padre, el Flamenco. Todo ello, siendo testigo las cámaras de Canal Sur Televisión qué inmortalizaba la heroica gesta de D. Antonio Martín y su grupo. Ésta fue la copla:
Que se calle la guitarra
y pare el compás,
que le pongan al bordón
un crespón negro, mu negro,
que en el cielo, Camarón,
le cante por soleá
ay, qué penita, compare,
al más grande de los genios…
Que el arpegio de la noche
se haga eterno como él,
que nos lluevan los acordes
del prodigio de sus manos,
flamenco, andalú, gitano,
hijo del mismo Undivé…
Que el duende del cante, tu duende,
compare, no nos abandone,
que no muera nunca tu guitarra
porque fue el compás y el alma
de esos grandes cantaores
que hoy llorando entre dos aguas
te dicen ole, ay, te dicen ole…
Que no nos pueda el dolor,
vamos, Paco de Lucía,
alégrale el corazón
al mundo entero y a Andalucía…
Haz que bailen las estrellas
al compás de tu guitarra
que no nos pueda la pena,
que se arranque pa cantar Camarón,
y esa fiesta en el cielo
que toa las noches nos llegue
con la luz de los luceros,
¡Paco, Paco!, porque en Cai sabemos
que los genios nunca mueren, que los genios nunca mueren.
