Como es habitual con el nomenclátor, y quizá en una especie de “arqueología de la palabra”, los nombres evocan partes del pasado de las calles y plazas. “Soria de San Juan” recuerda, según interpretación de Pedro A. Porras Arboledas, entre otros, la residencia en la misma hace siglos, de miembros de la familia apellidada “Soria”, linaje jaenés de origen judeoconverso estudiado por Luis Coronas Tejada. Recientemente el investigador Félix Marina Bellido, colaborador del Laboratorio de Estudios Judeoconversos de la Universidad de Córdoba, nos plantea a los “Soria” de Jaén, como el paradigma de familia judeoconversa que protagonizó un impresionante ascenso social durante el siglo XVI y XVII, pasando de la estigmatización y persecución inquisitorial por su origen y prácticas judías, a un encumbramiento social que terminaría incluso con personajes de la talla del Obispo Melchor de Soria Vera, para más señas fundador del Convento de las Bernardas en esta capital. Ahora bien, para conseguir ese ascenso social tuvieron que sobornar a los funcionarios de la institución de Los Doce Linajes de Soria, que los consideró como descendientes de los Vera (familia soriana con limpieza de sangre) y, como si no hubiera un ayer, se convirtieron en los “Soria Vera”, borrando toda mácula de un pasado que por evidente asombra que dejara de ser visible. Pasajes históricos que encierran calles como “Soria de San Juan” que, unidos a la arquitectura y urbanismo tradicional y a su propia concepción como “Conjunto Histórico”, tienen una evidente importancia en la didáctica de la historia, el patrimonio y los valores humanos. Y no digamos en el potencial incremento de la dinamitada autoestima de ser naturales o residentes en una ciudad que fue capital de un Reino y hoy es la cenicienta de las Andalucías, España y parte del extranjero. Amén de que viven personas con los mismos derechos al bienestar y calidad de vida que los habitantes del resto de la ciudad, aunque esto es de perogrullo.
La noticia de un derrumbe nos asola estos días en esa calle de Soria de San Juan que, lejos de ser un acontecimiento aislado, pasa a engrosar una ya larga lista de los cuales, sólo en este año, se han sucedido varios. Como indica el presidente de la AAVV Torre del Concejo en algunos medios: “continuamente el problema es el mismo”. Es más, profundiza con un: “todavía hay gente que niega que hay un problema gordo con las viviendas, con lo que se lo tendrían que hacer mirar”. Vaya que sí. Y bien mirado.