La mercantil pide el pago de los gastos generados por la suspensión del evento...
Las palabras de David Valadez, a raíz de las críticas vertidas por el PP respecto al verano 2009, en las que aseguraba que la localidad había vivido un verano cultural histórico con coste cero, se le han debido atragantar después de leer la carta remitida por la representante de la empresa Evergreen, organizadora de la I Semana Internacional Americana en el municipio, que iba a tener lugar el pasado mes de agosto y que tenía previsto traer hasta el municipio, entre otros, al mítico Miguel Ríos.
La carta, a la que ha tenido acceso este periódico, pone de manifiesto que la empresa organizadora ha perdido un total de 121.832 euros por los siete meses de trabajo invertidos en la organización del evento que fue rectificado a última hora por el Ayuntamiento, ante la falta de fondos para hacer frente a los actos que estaban previstos inicialmente. La organizadora hace especial hincapié en que el Consistorio no tuvo suficiente con anular lo inicialmente pactado, sino que además anuló el segundo festival encargado.
La empresa asegura no tener inconveniente en seguir trabajando en otros eventos en el municipio siempre y cuando "ustedes tengan el dinero que se me deben por el incumplimiento por parte de ustedes del contrato establecido mediante un plan de pagos” que podrían hacerse a través de nuevos eventos que vayan amortizando dicha deuda".
Un coste histórico
María Rodríguez, representante de Evergreen, aseguró no haber denunciado al Consistorio ante la posibilidad de llegar a un acuerdo de pago y explicó que, aunque en el contrato firmado por el Ayuntamiento, éste sólo estaba encargado de poner las infraestructuras necesarias, la falta de seriedad del Ayuntamiento hizo perder a la mercantil la antes referida suma debido a que tuvo que hacer frente al pago de parte de los contratos de los artistas, como en el caso de Miguel Ríos, a quien la empresa tuvo que pagar 37.000 euros.
Ahora está por ver cuánto va a costar al Ayuntamiento el festival que tanto se promocionó y que nunca llegó a poder ser disfrutado por los ciudadanos de Estepona.