Los que crecimos durante la Transición, recordamos un poema de Goytisolo al que había puesto música el cantante Paco Ibáñez. Se titulaba “Érase una vez” y, en forma de sencilla composición infantil describía, con precisa ironía, la paradoja del mundo que nos rodea mejor que un discurso de Kierkegaard. El poema decía así: "Érase una vez / un lobito bueno / al que maltrataban / todos los corderos. / Y había también / un príncipe malo, / una bruja hermosa / y un pirata honrado. / Todas estas cosas / había una vez / cuando yo soñaba / un mundo al revés".
Podría ponerles muchos ejemplos de paradojas del Régimen tripartito. Para ello, de nuevo hay que acudir al denominado Pacto y Programa de Gobierno que el alcalde ha manifestado “que se ha cumplido el 90% de las tareas”. ¿De dónde saca el Alcalde esos “brotes verdes” de los que tanto alardea?
El Régimen tripartito vuelve a incumplir su propio programa. Asi, en el punto 2.5 “como uno de los ejes principales, defendemos los servicios públicos municipales, apostando con firmeza para garantizarlos”.
En dos meses proponían la “revisión de las contratas municipales”, poniéndose como fin la “evaluación y revisión del proceso en periodos trimestrales” y como observaciones se añadía que se crearía una “comisión de representantes políticos, técnicos, ciudadanía para la revisión de la totalidad de los contratos municipales”.
Este lunes el Régimen tripartito ha celebrado un pleno extraordinario en el que han llevado la prórroga de los contratos de autobuses y el de limpieza viaria y de recogida de residuos urbanos. Hace menos de un mes se prorrogó el contrato de limpieza de playas y pinares y con anterioridad el de limpieza y mantenimiento de instalaciones deportivas.
Una de las propuestas estrellas económicas de las denominadas fuerzas del cambio era la remunicipalización de los servicios públicos entregados a la gestión privada y como no, el régimen tripartito se unió a tan populista causa.
Como ven, la paradoja y la contradicción es más que evidente. ¿Cómo es posible que se enarbole la bandera de la remunicipalización de los servicios públicos y por otro lado, se hayan concedido hasta tres prorrogas a empresas privadas?
El régimen tripartito no puede explicar esta paradoja por la sencilla razón de que esta medida, como todas las recogidas en el pacto de gobierno, solo ha tenido un único objetivo, dar un mensaje engañoso a su “gente” para hacerles creer que ellos representan ese supuesto cambio progresista y social. Sin embargo, en mi opinión, es aún más espuria la instrumentalización que esta y otras medidas populistas les han reportado a la hora de obtener el poder.
Por último es necesario introducir unos datos económicos para entender porque el régimen tripartito no puede remunicipalizar los servicios públicos.
El periodo medio de pago a proveedores, según los datos del Ministerio de Hacienda en los tres primeros meses de este año, son 158,43, 149,94, 157,51 días cuando la Ley obliga a que el plazo máximo de pago sea de 30 días, transcurridos los cuales hay que pagar intereses de demora a los proveedores, que en el primer trimestre de este año han supuesto la friolera de 1.384.304,83 de euros.
¿Qué significan estos datos económicos? Sencillamente que cuanto más elevado sea el valor de este ratio, más se demora el pago a los proveedores, lo que revela que el régimen tripartito se está financiando gracias a éstos. A los proveedores ya se les deben 27,2 millones de euros lo que puede traer como consecuencia inmediata la retención de los ingresos procedentes del Estado.
¿El mundo al revés? No, desgraciadamente la realidad de El Puerto 2015-2019.
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