Los criterios seguidos por la dirección de Recursos Humanos de Inabensa, filial de ingeniería eléctrica de Abengoa, para decidir qué personal queda incluido en el ERE para 395 personas presentado esta semana pueden definirse como muy sui generis. El listado de categorías y número de personas incluidas en cada una deja patente que ningún directivo ni ningún mando medio (jefe de sección, de departamento o de grupo) va a verse afectado por el proceso de despidos que eliminará al 40% de la plantilla en España.
La empresa justifica el ERE en causas económicas -aduce pérdidas de 50 millones en los últimos quince meses-. Su plantilla actual en España es de 1.024 personas.
Además, la planta de Torrecuéllar en Sevilla, y otros centros de trabajo en esta provincia, se llevan la peor parte: 225 despidos, el 56% del total. Entre ellos está la quincena de personas que forman el departamento de I+D de Abengoa y que aún estaban ubicados en Palmas Altas, la sede central de Abengoa. Ninguno llegará a mudarse a Torrecuéllar.
El impacto en la fábrica de Inabensa en Alcalá de Henares es aún mayor, ya que se verá afectada el 90% de la plantilla. El sindicato CCOO, que controla el comité de Inabensa, convocó ayer a cientos de personas por la principal arteria del centro de Sevilla en protesta por el proceso de despidos en Inabensa y en defensa del empleo en el conjunto de Abengoa.