Doce nuevos ángeles franquearán en adelante, tras su estreno el paso Martes Santo, las seis cartelas del paso de misterio de Jesús ante Anás, quedando así el canasto totalmente definido en lo que a su diseño original se refiere, ya que así fue concebido por el gran Juan Pérez Calvo en 1945. Otrora otros doce ángeles salieron en el canasto hasta 1977, gubiados por el maestro Ortega Brú, y perdidos en una intervención en el paso. Con las nuevas tallas de Manuel Lara el paso vuelve a ganar la concepción neobarroca y rica con la que fue concebido.


La obra de Manuel Lara conforma un diálogo alrededor del paso, todos los ángeles modelados íntegramente cada uno en una posición diferente y con una actitud distinta, nos encontramos ángeles con alma llenos de ternura en actitud pensativa o juguetona, incluso en la trasera se puede contemplar a uno bostezando y su pareja avisándolo para que no se duerma; en ambos costeros hay dos ángeles que señalan al Salvador, uno de ellos con honda pena, así como otros que interactúan con el espectador, ángeles que muestran viveza y movimiento como no podía ser de otra forma ya que la escena del misterio así lo exige.


Manuel Lara se estrena con esta obra en la Semana Santa de Sevilla en la que es su Hermandad desde que nació, lo que ha supuesto para él el trabajo más apasionante de su corta trayectoria como escultor.