La empresa metropolitana de aguas de Sevilla (Emasesa) cambiará sus tarifas el próximo año, por lo que está informando a los ciudadanos de las mismas a través de trípticos "con el fin de que conozcan el nuevo modelo". Asimismo, las normas de penalización impuestas hasta el momento seguirán vigentes.
En rueda de prensa, el consejero delegado de la empresa, Manuel Marchena, aseguró que con el sistema de penalización impuesto no se pretende "fiscalizar", sino "mejorar las condiciones de su facturación para incentivar el ahorro de agua". De esta manera, para no ser penalizado, un ciudadano deberá consumir menos de 3.500 litros de agua al mes.
Existen tres bloques más de penalización --hasta 4.000, 5.000 y 6.000 litros--, con los que dicha sanción se incrementaría, llegando a gastarse en un recibo de agua hasta el 50 por ciento más. Actualmente, el precio de 1.000 litros de agua está valorado en 1,30 euros.
El sistema de penalización se realiza por factura, que bien puede corresponder a un bloque de viviendas o a una sola. Por esto, y para que el método sea más justo, el interés de Emasesa es "que el 100 por 100 del universo de contadores estén individualizados", ya que en estos momentos tan solo el 45 por ciento de los 335.000 clientes con los que cuenta la empresa metropolitana tienen contadores individualizados.
Por otra parte, con este tipo de contadores, los ciudadanos que cuenten con los consumos más bajos podrán recibir bonificaciones, las cuales no son compatibles con los contadores comunitarios.