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Emigrantes vuelve al camino del Rocío

La ciudad se echó ayer a la calle para despedir emocionada a la hermandad de la Concha Peregrina

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  • El hermano mayor de Emigrantes vitorea al Simpecado en la puerta del Ayuntamiento de Huelva.
“Dios te salve, Rocío, porque tú eres soberana, protege a los romeros de Emigrantes; una Concha peregrina a mi hermandad dejaste, con ella juega tu niño a ser rociero y viene con Emigrantes con zajones y sombrero”. Con estas palabras del pregonero, José Luis Fernández, como principal oración para andar el camino partió ayer la Hermandad de Emigrantes, en esta ocasión, desde la Plaza de los Dolores, en homenaje a los vecinos de Las Colonias y por expreso deseo del hermano mayor de este año, Juan Manuel Garrido, emocionado por tener la oportunidad de guiar los pasos de los peregrinos hasta llegar a su destino junto a la Reina de las Marismas.
“Junto a mi hijo, ser el hermano mayor de Emigrantes es lo más importante que me ha pasado en la vida”, y como jugándose la vida, tras la tempranera misa de romeros, Garrido marcó el inicio del recorrido por una ciudad que se echó a la calle para despedir a la hermandad de las flores.
El Rocío es oración y cante, palmas y devoción, baile y plegaria, belleza y dolor, cansancio y alegría, vino y sentimiento, flores y arena, sacrificio y fiesta, misterio y bullicio, fe y emoción. Todo eso fue ayer la Hermandad de Emigrantes, que lleva en los genes la fuerza, la añoranza y el amor de los que un día estuvieron lejos y hoy están cerca, pero siempre en el camino que lleva al corazón del Rocío.

Recorrido
Por la Avenida Cristóbal Colón, por el Paseo de la Independencia, por la Calle San José, por Puerto, por la Plaza Quintero Báez, por la calle Palos, por Fernando el Católico y por Padre Marchena dejaron sus ecos de cohetes, tamboril y cascabeles los caballos, los peregrinos, las carriolas engalanadas y los carros adornados de flores que rodean a la impresionante carreta plateada que guarda en su interior el tesoro de la Concha Peregrina.
Alrededor de las once de la mañana, llegó la Hermandad de Emigrantes a las puertas de la Diputación, donde recibió una ofrenda floral de manos de la presidenta de la institución, Petronila Guerrero. Pocos minutos después, el simpecado se detuvo en el Ayuntamiento, donde la emoción se desborda con la Salve Rociera, la despedida del alcalde, la lluvia de pétalos y los vivas y aplausos del gentío.
El Simpecado deja el centro y se encamina hacia la Comandancia de Marina, allí suena la Salve Marinera, enfila ya la Hermandad la senda de la Ría, triste despedida este año del Recreativo. La ciudad queda atrás. Emigrantes ya está más cerca de las arenas y de la Virgen. 

Luto por una joven de la hermandad
El Simpecado de la Hermandad del Rocío de Emigrantes, adornado como siempre con hermosos y coloridos ramos de flores, portaba ayer un lazo en señal de luto por la muerte de una joven integrante de la filial rociera.

Gentío y flores para despedir a la filial
Cientos de personas se echaron a la calle para despedir a Emigrantes, que a su paso recogió numerosas ofrendas florales. Tras el paso de la hermandad, que moviliza a miles de personas, 200 caballos, 34 tractores y 27 enganches, se puso en marcha el dispositivo municipal.

Promesa de rezar por el Recreativo
El hermano mayor de la Hermandad de Emigrantes en 2009, Juan Manuel Garrido, hizo ayer a los dirigentes del Club la promesa de rezar y pedir a la Virgen del Rocío para que el Recreativo consiga la próxima temporada regresar a Primera División tras descender este año a Segunda.

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