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La tribuna de El Puerto

Un nuevo presupuesto para no cambiar nada

El Puerto ya tiene aprobados sus presupuestos para el 2016. El gran titular del equipo de gobierno del tripartito, a falta de poder resaltar otro, es que han sido aprobados en tiempo y forma después de años sin hacerse así.

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El Puerto ya tiene aprobados sus presupuestos para el 2016. El gran titular del equipo de gobierno del tripartito, a falta de poder resaltar otro, es que han sido aprobados en tiempo y forma después de años sin hacerse así.

La memoria les falla o el lapsus es intencionado, porque ya el año pasado los presupuestos se aprobaron en tiempo y forma. Y no olvidemos que la aprobación es provisional, cualquier reclamación o impugnación podría retrasar su inicio definitivo. Esperemos que nadie impugne, como ya hizo hace unos años el actual alcalde para defender a una multinacional frente al interés general.

Pero viendo los presupuestos resulta fácil comprender por qué se han elaborado a tiempo: son una copia de los presentados otros años, con ligeros retoques, más obligados que acordados. De las bravatas y exigencias desde la oposición y las pancartas se ha pasado a la crudeza de los números.

Llegan las excusas: que si el personal municipal se lleva el 30%, que si las contratas de servicios otro 30%, que si la amortización de préstamos y pago de intereses un 14%..., ¿acaso no conocían estas partidas comunes de cualquier presupuesto? ¿Qué van a alegar? ¿Ignorancia? o ¿falta de previsión?.

La similitud con el presupuesto del 2015 llega al extremo de repetir incluso las inversiones, que no han sido capaces de poner en marcha desde junio y ahora trasladan a las cuentas del 2016: el campo de futbol de césped artificial y la sala de comunicaciones y emergencias de la policía local.

Y el reiterado "matiz social" se reduce, en un presupuesto de 100 millones, a incrementar 100.000€ el fondo de emergencia social y en aplicar otros 100.000€ para un plan en el barrio de la Esperanza, que ya quisieran para ellos los vecinos de otros barrios castigados por la crisis de nuestra ciudad, pero en ellos NO SE PUEDE.

Por último, si alguien está interesado en conocer las medidas para el fomento del empleo en una ciudad con 13.000 parados, que se ahorre la búsqueda, sencillamente no existen. Quien esté desocupado puede aprovechar el tiempo votando el logo de turismo o acudiendo a los espacios mixtos participativos.

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